Oscar López Rivera, exprisionero político puertorriqueño, exigió la salida de los estadounidenses que se encuentran trabajando en la recuperación de Puerto Rico tras el paso del huracán María, confiado en que los puertorriqueños podemos manejar la situación actual.
El pedido se hace cuando más de un 40 % de los abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) no tienen luz y a muchos lugares aun resta por llegarle el servicio de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA).
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“Nosotros no necesitamos nada de ellos. Ellos necesitan de nosotros porque como único nos pueden gobernar y como único nos pueden controlar es a través de la corrupción. Esa corrupción que llegó aquí en el 1898 porque los estadounidenses no hubieran podido gobernar y administrar esta colonia sin la ayuda de una élite puertorriqueña que siempre —desde 1898— ha estado al servicio de esos desgraciados en Washington”, expresó fogoso el independentista.
Los reclamos, igualmente, se hacen el mismo día que López celebró sus 75 años de vida.
“Que se vayan, que se vayan“, pidió, mientras se refirió a los estadounidenses como “este sinvergüenza”.
“En vez de que venga Donald Trump a decirnos que nosotros somos unos vagos, y que dependemos, pues si ellos están tan interesados que se salgan ellos y nos dejen a nosotros y a nosotras porque nosotros podemos”, aseguró ante una multitud que incluía al también independentista Rafael Cancel Miranda.
Las expresiones de Rivera, difundidas por Telenoticias, también coincidieron con las palabras de su hija, Clarissa López, en las que catalogó a su padre como una persona que salió de prisión para trabajar y para construir un país “digno” para los puertorriqueños.
López Rivera estuvo detenido en Estados Unidos durante 35 años (12 de ellos en solitario) por supuestamente conspirar para derrocar al gobierno militar que la isla tuvo. El pasado 17 de mayo, el expresidente Barack Obama le conmutó la sentencia.