Jonathan Hirshon, quien ha estado trabajando en relaciones públicas de alta tecnología durante casi 30 años, decidió permanecer anónimo en Internet hace 25 años.
Hirshon lo hizo evitando que su cara apareciera en la web y tuvo éxito. El hombre reconoce que mantenerse en el anonimato no fue una tarea fácil, especialmente ahora, cuando millones de personas usan Internet en todo el mundo.
Metro conversó con Jonathan, quien asegura que casi definitivamente no hay fotografías públicas que lo muestren al frente.
Jonathan Hirshon,
Usuario anónimo de Internet
Cuéntanos más sobre ti… ¿Qué estás haciendo?
He estado trabajando en relaciones públicas de alta tecnología por casi 30 años. Hace 25 años tomé la decisión de intentar mantener mi foto fuera de la entonces muy nueva (al menos para el público) web. Comenzó como un juego, en realidad, pero rápidamente se transformó en “performance art”, una forma de estimular una conversación sobre la privacidad del usuario con las personas y educarlas sobre la importancia de este tema. A pesar de aparecer en público muchas veces (hablando en conferencias frente a miles de personas), todavía he logrado convencer a la gente de que no me fotografíen y que continúen el “juego” con su ayuda.
¿Realmente no hay ninguna imagen tuya en Internet?
Esa no es una pregunta tan fácil de responder como se puede esperar. Estoy seguro de que debe haber fotos mías – en el fondo, en una multitud, etc. Sin embargo, si esas imágenes existen, ciertamente no están etiquetadas como siendo de mí. Definitivamente no hay fotos mías públicas como la persona principal. Hay muchas, muchas fotos falsamente etiquetadas de mí en la Web, que van desde hombres, mujeres, niños, objetos inanimados, etc. Esto es un esfuerzo deliberado por mi parte y mis amigos para hackear los algoritmos de reconocimiento facial de Google y Facebook para que si una foto mía alguna vez “se me escapa” sea una de las miles que están falsamente etiquetadas y se vuelve imposible estar seguro de cual soy yo (a menos que, por supuesto, me hayas conocido de verdad).
¿Cómo has podido lograr eso?
¡No es fácil, eso seguro! La verdad es que hay mucha gente sin fotos en la web – cualquier persona mayor de 80 años es altamente improbable que sea etiquetada si no tiene presencia en las redes sociales, alguien que vive en áreas rurales sin conexión a Internet, etc. Soy inusual porque trabajo en la industria tecnológica y en relaciones públicas, lo que me hace un caso único en el que es fácil concentrarme. Usted hace ciertos sacrificios para hacer esto, y yo nunca pediría o esperaría que nadie más tomara el enfoque que yo tengo – recuerde, esto es arte escénico tanto como es una elección de estilo de vida.
¿Por qué decidiste mantener el anonimato en Internet?
Una pregunta mejor es:”¿Por qué alguien no mantendría su anonimato?”. La privacidad es un tema importante de conversación y nos hemos acostumbrado tanto a la idea de compartir todo en nuestras vidas en los medios sociales que la idea de anonimato parece ridícula. Se trata mucho menos de ser anónimo y mucho menos de la privacidad – al menos la ilusión de privacidad, ya que la verdad es que no existe tal cosa como la verdadera privacidad en la Web a menos que tome medidas que son extremadamente onerosas de mantener.
Pero tienes cuentas en redes sociales… ¿Por qué usas estas redes?
La clave aquí es diferenciar entre privacidad y anonimato. La definición de la palabra “anónimo” ha evolucionado en los últimos 20 años. Solía significar que nadie sabía quién eras o que existías. Ahora, tomamos anónimo para significar “sin rostro” – lo que para mí es inexacto. Soy un defensor de la privacidad, no una persona anónima en el sentido clásico de la palabra. Mi cara es la última parte de mí que puedo controlar en la web, así que he decidido hacerlo, aunque por naturaleza soy muy sociable y comunicativo en los medios sociales. No quiero renunciar a esa última pieza de mi identidad y mostrarle al mundo que todavía es posible sin “desaparecer”.
¿Cuáles son las ventajas de ser anónimo en Internet?
Para ser claros: la verdad es que nadie es verdaderamente anónimo en la web a menos que se haya esforzado al máximo para hacerlo. ¡Y no soy de ninguna manera anónimo desde que me conoces! Hemos renunciado voluntariamente a gran parte de nuestra privacidad a cambio de sitios gratuitos que nos proporcionan un servicio valioso, como Google, Facebook y otros. Yo mismo he renunciado a esos mismos asuntos de privacidad porque, como todo el mundo, estos servicios son importantes para mí. Sólo recuerda que no tienes que renunciar a todo y puedes mantener algún elemento de control sobre tu identidad. Creo firmemente que si las personas piensan más en su privacidad, pueden tomar mejores decisiones para ellos mismos y sus hijos en línea.
