Meagan Morris / www.metro.us
Los hombres podrían naturalmente tener más masa muscular y más fuerza que las mujeres. Pero son ellas las que viven más tiempo… incluso en tiempos de crisis.
Investigadores de la Universidad de Southern Denmark, en Dinamarca, revisaron datos históricos de mujeres y hombres que sufrieron de hambrunas como la hambruna irlandesa de la papa, la hambruna de Ucrania y la hambruna sueca. Además, también en momentos de brotes de enfermedades. Y descubrieron que las mujeres sobrevivían a los hombres en casi todos los casos. Algunas veces incluso por años.
Las esclavas, liberadas y no, también vivían más tiempo que sus homólogos masculinos.
“Aunque las crisis redujeron la ventaja de supervivencia femenina en la esperanza de vida, las mujeres sobrevivieron mejor que los hombres”, escribieron los investigadores en el estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
“Incluso en Liberia, donde está la población con menor esperanza de vida, las niñas recién nacidas eran más resistentes que los niños recién nacidos”, aseguran. “En todas las poblaciones, tenían una mortalidad más baja en casi todas las edades. Y, con la excepción de una población esclava, vivieron más tiempo en promedio que los hombres”.
Mayor esperanza de vida
Los datos de las hambrunas estudiadas mostraron que, en estos casos excepcionales, las expectativas de vida disminuyeron considerablemente para ambos sexos. Pero aún así las mujeres lograron vivir más tiempo. Por ejemplo, la esperanza de vida durante la hambruna irlandesa de la papa disminuyó de 38 años a solo 22.4 para las mujeres y 18.7 años para los hombres.
La hambruna ucraniana fue aún peor. La esperanza de vida cayó de 41,58 años a solo 7,3 años para los hombres y de 45, 93 a 10,9 años para las mujeres.
Los investigadores atribuyen la resistencia femenina a “bases biológicas”. O sea, a su genética femenina.
“[La hipótesis] está respaldada por el hecho de que bajo condiciones muy duras, las hembras sobreviven mejor que los machos, incluso a edades infantiles, cuando las diferencias de comportamiento y sociales pueden ser mínimas o favorecer a los machos”, agregaron los investigadores.
El poder de las mujeres es real, y la historia lo demuestra.