Hay dudas del poder que tiene el secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), Manuel Laboy, para despedir a varios empleados quienes presuntamente conocían de las alegaciones de acoso laboral y de género contra José Izquierdo, exdirector de la Compañía de Turismo. Por esta razón, comunicó hoy William Villafañe, secretario de la gobernación, la Fortaleza decidió restituir a los funcionarios.
Y es que, en días pasados, medios de prensa reportaron que Saúl Suárez, director de planificación y desarrollo de la agencia, así como Jovani Narváez, jefe de recursos humanos, habían sido echados de sus puestos y luego reinstalados.
“Hay duda si en efecto el secretario del DDEC tenía legitimidad para efectuar él esas destituciones”, afirmó en un aparte con la prensa Villafañe.
Mientras, agregó que Laboy actuó sin consentimiento de la actual administración.
“Yo no fui, yo no autoricé a despedir a nadie. Las personas están trabajando en la Compañía de Turismo, eso fue anulado, no cobró vigor”, acotó el secretario de la gobernación.
El funcionario, además, alegó que son dos cosas distintas las acusaciones sobre hostigamiento sexual y las destituciones efectuadas por Laboy.
“Una cosa es si es válido o no la destitución. Eso es una cosa aparte. Otra cosa es que alguien presente una querella por haber sido objeto de una agresión, eso es algo distinto. Las dos se trabajan de manera separada”, indicó.
Por otra parte, negó nuevamente que la Fortaleza conocía sobre alegaciones contra Izquierdo antes de la semana pasada, cuando él mismo hizo público la activación del protocolo de hostigamiento sexual en la Compañía de Turismo. La activación del protocolo fue en diciembre, mientras que los señalamientos de violencia sexual se dieron en verano del año pasado, de acuerdo a reportes de prensa.
“Bueno, en el caso de la activación del protocolo, a mi se me informa el martes luego del medio día. Tan pronto yo me enteré lo hice público. Hice unas declaraciones públicas. Este tipo de protocolo demanda la más alta confidencialidad que ha sido reclamada por la alegada víctima. Se está trabajando adecuadamente como manda la Ley pero con la más estricta confidencialidad. Por lo tanto, tengo que limitarme en mis expresiones”, dijo el funcionario.
A preguntas de la prensa, sobre si hay un desfase entre los líderes de la administración actual, pues no fue hasta después de un mes que el secretario advino sobre la activación del protocolo, este afirmó: “En ese momento no se había comunicado que había un protocolo de hostigamiento sexual. En el proceso alguien lo decidió activar y luego de yo haber hecho las expresiones el pasado martes, viendo que hubo cambios inmediatamente lo comunico”.
De otra parte, a cuestionamientos de una periodista, quien detalló que –según fuentes de entero crédito– Alfonso Orona, principal asesor legal del gobernador y Christian Sobrino, principal asesor financiero, fueron quienes recibieron las alegaciones contra Izquierdo de primera mano en Fortaleza, contestó:
“No. Eso se ha dejado claro de que eso no es así. No voy a responder a fuentes. Cuando salga una persona de carne y hueso allá afuera diciendo esto es así, pues entonces respondo. El gobernador de Puerto Rico lo ha dejado claro. Entonces, ¿voy a poner a responder a una alegada fuente v.s. la expresión que hemos hecho ya en Fortaleza?”.
“He dejado claro que luego de las expresiones que hice el martes fue que comenzó a salir la supuesta activación del protocolo sobre hostigamiento sexual. Lo hice público yo, no las alegadas fuentes. Así que pretender llevar allá afuera un mensaje de que aquí se ha pretendido ocultar información, miren Izquierdo ya no está en la posición. ¿Por qué no van al municipio de San Juan y le preguntan sobre Pedro Julio Serrano, que tiene en sus costillas una investigación criminal? El alegado imputado de hostigamiento sexual ya no está en la posición. ¿Cuál es el issue?”, sentenció.
El secretario se negó a contestar si en la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal y en la Autoridad de los Puertos también se activó el protocolo de hostigamiento sexual.