Al ver que muchas de las propuestas en el plan fiscal de la Universidad de Puerto Rico (UPR) son basadas en “especulaciones” y en optimismos, la Confederación Estudiantil Nacional (CEN) dejó en entredicho la operacionalización y sostenibilidad de las medidas fiscales.
Asimismo, pidieron que el documento se circule lo más antes posible para recibir el escrutinio de la comunidad universitaria. Walter Alomar, presidente de la Junta de Gobierno (JG) de la universidad aseguró la semana pasada que el plan se publicaría en la página web de la institución, pero hasta hoy no se ha hecho.
Aunque la CEN tomó en consideración las medidas que se estipularon en la última versión del plan, también expresaron que estas “seguramente” serán las mismas premisas que se están usando para el nuevo.
Así las cosas, la organización que reúne a todos los Consejos Generales de Estudiantes (CGE) de los once recintos de la UPR si especificó las “problemáticas” del plan.
- Que los estimados de ingresos provenientes de los aumentos en la matrícula —de $56 a $115 para los subgraduados y de $140 a $270 para el crédito graduado— se basan en una matrícula de sobre 60 mil estudiantes que no es real para la CEN. A su entender, es una visión “optimista” de la realidad boricua.
- Que los memorandos de entendimiento —también conocidos como interagenciales— y otras ideas para generar dinero son “especulativos” porque no tienen estudios de viabilidad que respalden las proyecciones de ingresos suficientes para mitigar el impacto de los recortes. Alguno de estos son: desarrollo del proyecto de cannabis medicinal, la contribución por concepto de tablillas, marbetes o universidad virtual.
“…Se reconoce que el Puerto Rico actual no permite que estas condiciones cumplan como se esbozan dentro del plan, sino que se establece como una visión optimista de distintas iniciativas”, lee el comunicado de la CEN.
Igualmente, explicaron que no se va a cumplir la meta de $100 millones provenientes de la matrícula de este año debido a la merma estudiantil en el sistema y a la baja de 1,419 estudiantes después del pasó del huracán María.
“En cuanto a la educación a distancia, tanto la inestabilidad de la infraestructura como la falta de andamiaje y cultura institucional que lo habilite a corto y mediano plazo suponen retos en su implementación”, comentaron, mientras indicaron que esto incidiría directamente sobre los recaudos proyectados por esta modalidad educativa.
Finalmente, Gilberto Domínguez Escalera —representante estudiantil graduado ante la JG— precisó que si bien ya ha comenzado las conversaciones con las agencias públicas y privadas con las que se concretaron los acuerdos todavía no se ha comenzado a trabajar para generar el dinero presupuestado.