WASHINGTON (AP) — El Congreso estadounidense se acercó el lunes a un acuerdo para reabrir el gobierno federal, luego que los demócratas abandonaron sus objeciones a una ley de financiamiento temporal a cambio de garantías republicanas de que se discutirá pronto la inmigración y otros asuntos espinosos.
El compromiso del líder de la mayoría republicana del Senado Mitch McConnell de lidiar pronto con el asunto de los jóvenes inmigrantes conocidos como “dreamers” dependía de que los demócratas proveyesen los suficientes votos para aprobar la medida temporal de gastos, que durará menos de tres semanas. La medida necesitaba 60 votos y los demócratas proveyeron 33 de los 81 que recibió.
Antes de que el gobierno federal reabra sus agencias, el Senado tendrá que votar para la aprobación final, la Cámara Baja deberá aprobarla seguidamente y entonces el presidente Donald Trump deberá firmarla.
El líder de la minoría demócrata Chuck Schumer dio su respaldo al acuerdo en un discurso en el pleno de la cámara alta. “Ahora existe un sendero real para aprobar la propuesta en el Senado”, dijo, en referencia a una iniciativa para suspender los procesos de deportación de los jóvenes inmigrantes que fueron traídos ilegalmente al país cuando eran menores.
La Casa Blanca le restó importancia al compromiso de McConnell y dijo que los demócratas cedieron a las presiones. “Titubearon”, dijo el portavoz Raj Shah en declaraciones a la CNN.
Un bloque de demócratas liberales _ algunos de ellos posibles candidatos presidenciales en el 2020 _ mantuvieron su oposición. Los senadores Corey Booker, Elizabeth Warren, Dianne Feinstein y Kirsten Gillibrand votaron no, al igual que lo hizo el independiente Bernie Sanders.
Feinstein dijo que no estaba convencida del compromiso de McConnell y que no sabía cómo le iría en la cámara baja a una propuesta para proteger de deportación a los más de 700.000 jóvenes inmigrantes.
El lunes, el presidente Donald Trump acusó a los demócratas de dar prioridad a los servicios y la seguridad para los extranjeros en lugar de a los ciudadanos estadounidenses. “No es bueno”, dijo en su primer tuit. “Los demócratas han cerrado nuestro gobierno por los intereses de su base de extrema izquierda. No quieren hacerlo, pero son impotentes”.