La Casa Blanca informó que el presidente Donald Trump se dirigirá a la nación el jueves antes del mediodía para hablar del tiroteo ocurrido la víspera en una escuela secundaria de Florida, donde fueron asesinadas 17 personas.
Trump también emitió una proclamación el jueves en honor de las víctimas del tiroteo en la escuela. La proclamación presidencial dice: “Nuestra Nación se lamenta con aquellos que han perdido seres queridos en el tiroteo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida”.
PUBLICIDAD
El atacante, identificado como Nikolas Jacob Cruz, de 19 años de edad, era un antiguo alumno de la escuela en Parkland, un suburbio de Fort Lauderdale. El exalumno abrió fuego el miércoles con un rifle AR-15.
Fue imputado el jueves por la mañana de perpetrar la peor masacre escolar en Estados Unidos en cinco años. Cruz fue acusado de 17 cargos de asesinato premeditado.
Ingresó en la cárcel del condado de Broward, aún vestido con la bata de hospital que recibió cuando se le había atendido por problemas respiratorios tras su detención. El joven fue interrogado durante la noche antes de entrar en la cárcel.
Catorce sobrevivientes de la masacre seguían hospitalizados el jueves, mientras rescatistas extraían más cuerpos de la escuela y sus alrededores.
Los chicos en la escuela pensaban que se trataba de otro simulacro el miércoles a la tarde cuando sonó la alarma que les obligaba a evacuar el plantel.
PUBLICIDAD
Fue entonces cuando según las acusaciones, Cruz, con su fusil semiautomático, máscara de gas, granadas de humo y cuantiosa munición, abrió fuego contra los congregados, obligándolos a dispersarse en todas direcciones.
Es la peor masacre en una escuela en Estados Unidos desde que un joven atacó una escuela primaria en Newtown, Connecticut, hace más de cinco años. El saldo de muertes total varía según la manera en que se contabilizan estos hechos, pero la agrupación Everytown For Gun Safety calcula que han ocurrido 290 masacres escolares en Estados Unidos desde 2013. Con el suceso ocurrido el miércoles, van 18 en lo que va de año.
El presidente Donald Trump reaccionó la víspera atribuyendo el hecho a la salud mental de Cruz.
“Tantas señales de que el tirador de Florida sufrió una perturbación mental, incluso fue expulsado de la escuela por comportamiento errático. Los vecinos y compañeros de clase sabían que era un gran problema. ¡Siempre se deben informar tales casos a las autoridades una y otra vez!”, dijo Trump en un tuit.
Las autoridades no ofrecieron mayores detalles sobre Cruz o qué motivo tendría para perpetrar semejante atrocidad, salvo que había sido expulsado de la escuela, que tiene unos 3.000 alumnos. Los compañeros que lo conocían lo describieron como un adolescente volátil cuyo comportamiento errático llevó a otros a dejar de ser su amigo.
La madre de Cruz, Lynda Cruz, murió de neumonía el primero de noviembre, dijeron familiares y amigos, según el diario Sun Sentinel. La señora Cruz y su esposo, quien falleció de un ataque cardíaco hace varios años, adoptaron a Nikolas y a su hermano biológico, Zachary, tras mudarse a Florida desde Long Island en Nueva York.
Los chicos fueron dejados bajo la tutela de una amistad de la familia tras la muerte de la madre, dijo una pariente, Barbara Kumbatovich, de Long Island.
Sin embargo, Nikolas Cruz no estaba feliz allí y pidió que le dejaran vivir con un amigo en el noroeste de Broward. Le dieron permiso y Cruz se mudó alrededor del Día de Acción de Gracias, a finales de noviembre. Según el abogado de esa familia, ellos sabían que Cruz poseía el fusil pero le permitieron tenerlo siempre y cuando lo dejara encerrado en un gabinete. El joven, sin embargo, tenía la llave.
El papa Francisco envió sus condolencias a las víctimas y dijo que está orando para que “estos actos de violencia sin sentido cesen”. El Vaticano dijo que el pontífice envió un telegrama el jueves al arzobispo de Miami donde le dice que está “profundamente entristecido” por el “devastador ataque”.