La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) recibió hoy el tan disputado préstamo de emergencia de $300 millones del Departamento de Hacienda de Puerto Rico, reveló esta corporación pública quebrada en declaraciones escritas.
Explicó la corporación que el préstamo les proveerá “la liquidez necesaria para continuar brindando un servicio integrado de energía eléctrica a sus clientes y continuar los esfuerzos de restauración del sistema eléctrico a corto plazo. El préstamo llega a tiempo para evitar cualquier interrupción en el servicio de energía a los clientes”.
En las declaraciones se indica que la AEE “continuará implementando otras medidas de reducción de gastos para enfrentar su crisis fiscal en lo que se normalizan sus ingresos y se reciben las ayudas federales aprobadas por el Congreso”.
Este pasado domingo la AEE inició un cierre controlado de las operaciones de la Central de Mayagüez y algunas unidades de turbina de combustión en la Central de Palo Seco, como un paso inicial en su Plan Estratégico de Operaciones de Emergencia para preservar liquidez monetaria y ahorrar dinero.
El presidente de la Junta de Gobierno de la AEE, Ernesto Sgroi Hernández, aseveró que “el préstamo de $300 millones y la reducción en costos del Plan Estratégico de Operaciones de Emergencia le darán a la AEE la liquidez monetaria necesaria hasta mediados de abril. La agencia tiene la intención de continuar con la implantación de este Plan para preservar la liquidez y ahorrar dinero”.
Se espera que la implementación del Plan Estratégico de Operaciones de Emergencia no tendrá impacto en los esfuerzos generales de restauración de la red eléctrica posteriores al huracán ni afectará el servicio de energía de los clientes.
La AEE trabaja para obtener fondos necesarios adicionales dentro de los próximos 60 días, incluyendo la posibilidad de continuar gestiones para obtener un préstamo del programa de Préstamo Comunitario por Desastre (CDL, en inglés) del Fondo General del Gobierno de los Estados Unidos.
“Con este préstamo de $300 millones, la AEE no tendrá que interrumpir el servicio a los clientes porque nos da la liquidez necesaria para continuar la restauración. Esta es una solución a corto plazo. Todavía hay mucho trabajo por hacer”, sostuvo Sgroi Hernández.
Sgroi señaló que “aunque este plan enfatiza más en nuestra infraestructura, es el mejor movimiento para conservar los recursos y demostrar nuestro compromiso con una operación más eficiente. La Autoridad continuará con su misión y realizará el trabajo de restauración dentro de las limitaciones que le presenten”.
La Junta de Gobierno de la AEE, luego de realizar “extensas consultas” con los dirigentes de la industria eléctrica que componen el Consejo Consultivo para la Transformación de la AEE, aprobó recientemente el desarrollo de un plan de transformación a largo plazo.
“Esto no sólo permitirá a la agencia a emerger de la bancarrota, sino que asegurará una restauración de la energía mientras se crea un modelo de generación y distribución de la energía y se establece un nuevo estándar de costo, resiliencia, sostenibilidad y participación de los clientes”, se sostuvo en el comunicado de prensa.
La Visión de la AEE para el futuro energético de Puerto Rico se guía por cinco objetivos clave. El primero es que el sistema estará centrado en el cliente;
la energía eléctrica se distribuirá al cliente de forma asequible y confiable;
los clientes tendrán más control mediante métricas transparentes para entender sobre opciones disponibles para acceder la eficiencia energética y la generación distribuida; el servicio a los clientes podrá ser personalizado para atraerlos hacia productos innovadores y servicios de valor añadido, dependiendo de sus necesidades individuales o al por mayor.
El segundo: sl sistema promoverá la viabilidad financiera: se implementarán reformas vitales para garantizar que los consumidores comprendan que las tarifas son razonables y cómo crean valor. Lo que es más importante, los subsidios se minimizarán para no tener un impacto distorsionador. Una planificación sólida a largo plazo es esencial para sentar las bases para reducir los costos operativos.
El tercer objetivo es que: el sistema será confiable y resistente: la red se mantendrá y se operará de forma segura para lograr confiabilidad mensurable y métricas de resiliencia. Ya sea que la red se distribuya, centralice o regionalice en el futuro, se diseñará de manera tal que se equilibre la confiabilidad y la flexibilidad con los objetivos de costos y se utilicen los nuevos avances en tecnología e innovación.
El cuarto sostiene que: el sistema será un modelo de sostenibilidad: Parte de garantizar que el sistema sea confiable y resistente cuenta con un uso progresivo de recursos de energía diversificados sobre la intensidad de carbono del sector de energía en la generación primaria y de respaldo. Por lo tanto, es esencial que la red esté diseñada para aprovechar al máximo las alternativas de generación de energía renovable, muchas de las cuales pueden incorporarse fácilmente a las tecnologías emergentes.
Mientras, con el quinto: el sistema servirá como motor de crecimiento económico para Puerto Rico: la revitalización de la AEE es una misión a largo plazo, pero es una que está lista para comenzar a pagar dividendos en los próximos años. La transformación y la reinversión en el sector eléctrico crearán nuevos empleos y enviarán el mensaje claro de que Puerto Rico está abierto para el desarrollo comercial e industrial. El rediseño de la generación y la distribución de energía también creará nuevas oportunidades para las empresas locales a través de toda la cadena de suministro.