La Comisión de Salud de la Cámara, que preside el representante Juan Oscar Morales Rodríguez, inició con el estudio del proyecto del Senado 22, que tiene como propósito reconocer la práctica de la telemedicina como un medio adecuado mediante la cual un paciente puede recibir servicios médicos de excelencia.
La medida, de la autoría del presidente senatorial Thomas Rivera Schatz y del senador José Vargas Vidot, persigue derogar la “Ley de para Regular la Telemedicina de Puerto Rico” y establecer una nueva legislación que se conocerá como la “Ley para el uso de la Telemedicina en Puerto Rico”.
De igual modo, instaura en cumplir con los requerimientos federales, establecer guías y requisitos para regular la práctica por médicos no residentes de Puerto Rico.
Marla Hadad, directora legal de la Administración de Seguros de Salud (ASES), endosó la medida y señaló que “entendemos que el proyecto es legítimo, está justificado y no existe impacto fiscal para el erario público o las aseguradoras con las que ASES contrata”.
Además, dijo estar consciente de la necesidad que existe de actualizar la legislación referente a la práctica de la telemedicina en Puerto Rico, frente a las nuevas tendencias, tanto local como global y en conformidad con la reglamentación federal.
Por parte del Departamento de Salud (DS), asistió Norma Torres, directora ejecutiva de la Junta de Licenciamiento y Disciplina Médica de Puerto Rico, ente regulador de la práctica de la telemedicina, quien favoreció la pieza legislativa e informó que la Junta adoptó las guías que ofrece el Federation of State Medical Boards para la regulación y ejercicio de la práctica de la telemedicina, a fin de hacerla lo más uniforme posible a como se lleva a cabo en otras jurisdicciones.
Con relación al artículo 5 del Proyecto, que propone que todo médico o profesional de la salud que no esté debidamente licenciado para ejercer en Puerto Rico disponga de una licencia válida para la práctica médica en algún país del mundo podrán solicitar una licencia, la directora ejecutiva de la Junta aclaró que “eso que se pretende está fuera de nuestro alcance y facultad por lo que recomendamos limitarlo a la jurisdicción de los Estados Unidos”.
Torres manifestó a los miembros de la Comisión que “Puerto Rico ya cuenta con una ley, un reglamento y un ente regulador para atender lo concerniente a la práctica de la telemedicina, “con el celo y cuidado de siempre velar por la integridad de la clase médica y la protección de la salud pública y el cuidado del paciente”.
Morales Rodríguez le solicitó al DS y a la ASES a contemplar la telemedicina como parte de los servicios que ofrezca la reforma de salud del gobierno.
“Nosotros hemos hablado del problema que tenemos con los especialistas en Puerto Rico, si ustedes como Gobierno, incluyen el programa de telemedicina, posiblemente, ese problema se resuelve en gran medida”, dijo.
El doctor José Camuñas, en representación del Recinto de Ciencias Médicas, respaldó el propósito e intención legislativa y recomendó que sean los médicos que “ostentan una licencia regular para ejercer la medicina de Puerto Rico”, los que estén autorizados para manejar el mecanismo de telemedicina.
También, sugirió que “se disponga por ley que el tratamiento y evaluación médica, efectuada a través de la telemedicina, será compensado y pagado por los planes médicos y aseguradoras, de igual forma a como se compensa el servicio provisto en persona”.
Camuñas mencionó que en el Recinto de Ciencias Médicas se evalúa la posibilidad de incluir en su currículo de enseñanza cursos de telemedicina para la formación de los médicos futuros.
El presidente de TeleMedik, el doctor Joaquín Fernández, expuso que aunque actualmente práctica la telemedicina le preocupa que la práctica de dicho servicio pueda “devaluarse o desmerecerse” si surgen casos donde se cuestione la pericia de los facultativos y surja que los implicados no tienen licencia para ejercer su profesión en nuestra jurisdicción.
Comentó que recientemente comenzó con un programa de telemedicina utilizando una moderna máquina de evaluación e interrelación o tratamiento con pacientes que se encuentren en lugares remotos o instituciones que se hacen difícil la movilización del personal médico o el paciente.