La organización Proyecto Matria se expresó hoy en contra de los cierres de escuelas públicas en el país e hizo un llamado a otras entidades comunitarias a unirse a los esfuerzos de resistencia en las comunidades.
Matria se unió a la comunidad de Miraflores, en Orocovis, en sus esfuerzos para evitar el cierre de la escuela Ana Dalila Burgos, del barrio Saltos, por lo que efectúan una protesta hoy frente a la alcaldía del municipio.
La entidad está trabajando con Miraflores el proyecto Casa Solidaria precisamente para impulsar el acceso de sus habitantes a sus derechos humanos y su pleno desarrollo desde una visión de apoderamiento y equidad.
“No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras se priva a la niñez de Miraflores de su derecho humano a la educación”, señaló Amárilis Pagán Jiménez, directora de Matria, quien advirtió que el 78 % de estudiantes de escuelas públicas viven en pobreza y que el cierre de planteles impedirá que superen esa situación.
Añadió que “más de tres cuartas partes de los estudiantes de las escuelas públicas del país vive en o bajo el umbral de la pobreza, según los propios datos recopilados del Departamento de Educación. Estamos seguras de que en Orocovis, y en ese barrio en particular, el porcentaje es mayor. No hace lógica que se proponga cerrar una escuela que ha servido bien al sector, que es su lugar más accesible para recibir educación y que además ya se ha especializado en las necesidades de la comunidad que atiende que es una con un alto porcentaje de personas sordo mudas”.
Para la portavoz, “la lógica tras estos cierres parece ser la de la avaricia y el deseo de destruir nuestra niñez”.
Aseguró, además, que “los propios datos del Departamento nos obligan a reflexionar sobre el estado de la educación en Puerto Rico, donde los estudiantes que viven en pobreza se enfrentan a grandes retos para lograr un aprovechamiento académico satisfactorio. ‘Acceso a la educación’ es mucho más que poder asistir a una escuela. Es asistir a una escuela en su comunidad para que no sea oneroso para las madres y padres, es ofrecerles a los estudiantes los recursos académicos, humanos y sociales necesarios que los ayuden a quebrar barreras e insertarse en la experiencia educativa con las menores preocupaciones posibles”.
La organización reiteró que el acceso a una educación de calidad, tanto para estudiantes de la corriente regular como de diversidad funcional (educación especial), “debe ser articulado desde una dimensión que considere aspectos como la pobreza, aspectos comunitarios, equidad de géneros, la correcta distribución de los recursos y la promoción de la equidad como medios para garantizar su aprovechamiento académico y sus alternativas hacia el futuro”.