Los alcaldes del Partido Popular Democrático están dispuestos a hacerse cargo de las escuelas que el Departamento de Educación se apresta a cerrar para el próximo año escolar, a pesar de las maltrechas economías de los ayuntamientos.
Esta es la solución que ofreció ayer la Asociación de Alcaldes en una conferencia de prensa, en la que también rechazó que la merma de estudiantes sea un indicador de peso para clausurar unos 283 planteles.
“La propuesta nuestra es que nosotros estamos dispuestos a seguir dándole mantenimiento a las escuelas y que no deben ser cerradas. Estamos dispuestos a seguir colaborando como hasta ahora y esa es nuestra propuesta en este momento”, sostuvo el presidente del gremio y alcalde de Cayey, Rolando Ortiz, ante cuestionamientos de Metro.
Agregó que por años han sido los alcaldes quienes con su presupuesto han acondicionado las escuelas de cada pueblo, sin recibir dinero alguno para gastos como energía y agua potable.
Agregó que “la baja de estudiantes no es la constante”, aunque no pudo detallar una estadística de cuántos alumnos quedan actualmente en cada municipio, luego del paso del huracán María y las altas cifras de migración. La recopilación de estos datos, indicó, corresponde al Departamento de Educación. Empero, sostuvo que la “eficiencia” no puede medirse solo de forma cuantitativa.
“La actividad social, política y económica de la ciudad, nosotros apostamos a que la eficiencia se tiene que ver desde esa perspectiva. Pero están dejando rezagados a niños de las comunidades rurales del país”, soltó Ortiz.
Al tiempo, destacó que en varios municipios de su partido los alcaldes están organizando protestas que se espera se conviertan en una manifestación nacional en contra del cierre de planteles.
Relatan sus experiencias
Mientras, varios de los alcaldes presentes relataron sus experiencias negativas con un cierre de escuelas sin considerar indicadores cualitativos y contextuales de cada población escolar.
Por ejemplo, la alcaldesa de Salinas, Karilyn Bonilla Colón, sostuvo que en su municipio cerrarán el 50 % de las escuelas elementales, que representan unas nueve. Agregó que el Departamento de Educación concentrará a la mayoría de los estudiantes en un área urbana, cerca del único Centro de Diagnóstico y Tratamiento que tiene el pueblo, representando un problema de acceso ante cualquier emergencia.
“Desconocemos en este momento los criterios que utilizó el Departamento de Educación. No se consultó ni con la comunidad escolar, ni con la administración municipal de Salinas para tomar una decisión como esta. Nosotros entendemos que es un proceso que ha sido injusto y que va a afectar a toda la comunidad escolar”, soltó la mandataria.
Agregó que cerrarán escuelas que están ubicadas en las “colindancias” de varios municipios y que atienden a alumnos de poblaciones distantes a los cascos urbanos.
“Hay escuelas en las colindancias y el tiempo para llegar a la escuela más cercana es 45 minutos”, explicó.
En Comerío, el alcalde José Santiago expresó que cerrarán unas cinco escuelas en su pueblo, que tienen una calificación de “excelencia”, entre ellas una especializada en beisbol.
“El problema del Departamento de Educación es que tiene tanta burocracia, su estructura es tan grande que el dinero no llega a las escuelas […] Lo que hacen es aumentar el número de estudiantes por escuelas porque cuando las conviertan en chárter y paguen por estudiantes, es mejor tener una escuela de 500 o 600 que una escuela de 100. Aquí se está pensando comercialmente”, acotó.
Por su parte, el alcalde de Hormigueros, Pedro García, manifestó que “están cerrando una escuela en la que hace dos años hicieron una inversión de $1.5 millones de dólares. […] Si quisieran eliminar algo, deberían cerrar la Oficina para el Mantenimiento de las Escuelas y la Autoridad de Edificios Públicos, porque la mayor parte del trabajo que tienen que hacer en las escuelas la hacen los municipios”.