El Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) comunicó ayer que está en el proceso de investigar la eliminación de un mural pintado hace 52 años en la antigua escuela Julia de Burgos en Carolina, plantel arrendado al pastor Otoniel Font.
En primeras instancias, la denuncia fue hecha por el representante independentista Denis Márquez Lebrón en lo que denominó como “un crimen cultural y al patrimonio del país”.
“Desde el momento en que advinimos en conocimiento de posibles daños a un mural del pintor José Antonio Torres Martinó en un edificio, cuyo titular es el gobierno de Puerto Rico, se ordenó comenzar una exhaustiva investigación sobre las alegaciones y personal especializado se encuentra en el proceso de recopilación de datos”, confirmó el instituto en sus redes sociales. El mural estaba en una pared de la exescuela pública, ahora convertida en Fountain Christian Bilingual School después que el gobierno y el Departamento de Educación se la rentó a Font por solamente un dólar. Esta es la pared donde se encontraba el mural que había pintado el artista plástico Martinó. “En el Instituto de Cultura Puertorriqueña garantizamos que no existe ni existirá preferencia o exclusión con ninguna persona natural o jurídica en caso de violar alguna disposición de ley o reglamentación bajo nuestra jurisdicción, y se actuará conforme a derecho hasta las últimas consecuencias”, aseguraron desde el ICP. El representante del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) presentó la resolución 872 para ordenar a la Comisión de Educación Arte y Cultura de la Cámara de Representantes a realizar una investigación sobre la destrucción del mural de Torres Martinó. “Se acaba de cometer un crimen contra el patrimonio cultural de Puerto Rico y el legado de nuestro pintor Torres Martinó”, afirmó en rueda de prensa junto a la profesora Margarita Fernández Zavala, coautora del libro “Voz de varios registros”, sobre la vida y obra del artista plástico.