Norma María de Oliveira es una mujer de 64 años que dio a luz a su primera hija, luego de someterse a una fertilización in vitro en Brasil. La niña nació el pasado 10 de abril en Maternidad Octaviano Neves, en el barrio Santa Efigenia, en Belo Horizonte. Ana Leticia es el nombre de la pequeña que nació prematura, con ocho meses de gestación y pesando un kilo y setecientos gramos. La hija de Norma aún se encuentra en incubadora.
El proceso de fertilización se logró gracias al óvulo de una donante, y el espermatozoide del compañero de Norma de 45 años. Anteriormente este proceso no era posible porque la ley lo prohibía. Pero en septiembre de 2017, el Consejo Federal de Medicina, aprobó el hecho de que las mujeres mayores de 50 años podían someterse a una fertilización. Entre las recomendaciones generales, resalta el hecho de que el caso debe ser evaluado por varios médicos, y la paciente debe asumir los riesgos.
El sueño de Norma fue más importante que las críticas
Desde los 34 años Norma soñaba con convertirse en madre y no lo había logrado. Incluso, viajó a la India para buscar un vientre en alquiler, pero no logró concretar el proyecto y regresó a casa sin la posibilidad de que esa idea funcionara. A pesar de que tuvo que esperar treinta años para lograr su sueño, la fertilización in vitro funcionó en el primer intento.
A sus 64 años, Norma de Oliveira tuvo que luchar contra los comentarios mal intencionados de quienes la rodeaban, y de los cuestionamientos frecuentes sobre quedar embarazada a una edad tan avanzada. Algunas personas señalaron que someterse a este proceso ponía en riesgo su vida y el que aquel bebé que se formaría dentro de su vientre.
Rita de Cássia Amaral, la ginecóloga y obstetra de Norma, explicó que todo embarazo logrado mediante la fertilización in vitro, representa un alto riesgo. Evidentemente, la edad de la paciente incrementa la posibilidad de presentar complicaciones, por lo que tuvo que recibir una sustancia anticoagulante, que no es común para las mujeres más jóvenes.
La posición de los médicos en Brasil
Marcio Coslovsky, especialista desde hace más de 20 años en reproducción humana y miembro de la Sociedad Brasileña de Reproducción Asistida y de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, define el caso de Norma como “muy particular”. En el 2017 se concluyó que la edad limite para realizar estos procedimientos sería de 50 años para las mujeres. Sin embargo, se dejó abierta la posibilidad de que un caso de mayor edad podía someterse a discusión. Nunca pensaron que una mujer mayor de 60 años buscaría la manera de convertirse en madre con estos métodos.