Padres, madres, estudiantes y apoderados protestaron hoy, jueves, en la escuela elemental Miguel Meléndez Muñoz, que será una de las 283 que deberán cerrar tras una decisión del Departamento de Educación (DE).
Según los manifestantes, la secretaria Julia Keleher desconoce la historia e idiosincrasia de las comunidades a las que sirve.
Además, señalaron que los parámetros para la decisión fueron “arbitrarios” y no se informó a los padres de los estudiantes.
“Nosotros nos hemos enterado del propuesto cierre por la prensa. No pueden usar el tema de la matrícula como excusa, porque esta escuela tiene 245 estudiantes debidamente matriculados que no saben qué pasará con ellos”, declaró Bethzaly Fernández Ortiz, quien tiene dos niños estudiando en dicho plantel.
Agregó que “aquí no ha habido proceso alguno. Se alega que los 245 alumnos irían a parar a la escuela Virginia Vázquez Mendoza en Torito Plata, junto con otra escuela, la Agustín Fernández. De tener una escuela en perfecto estado, los quieren llevar a un lugar donde seguramente habrá hacinamiento”.
La vocera comentó que “el huracán María no hizo grandes estragos en la planta física, con excepción de una parte menor del techo de la cancha, que se puede reparar sin problema.
Los ‘bleachers’ están en perfectas condiciones, como el resto de la escuela. Aquí el municipio de Cayey siempre nos ha ayudado con las brigadas de mantenimiento. Nuestro reclamo es serio y estamos militantes. Ayer estuvimos en el Capitolio y vamos a donde tengamos que ir para evitar el cierre”.
Leyda Morales Ortiz, presente en la manifestación de esta mañana, relató que como abuela de dos estudiantes en la Miguel Meléndez Muñoz, continuará como voluntaria, de la misma manera que en los pasados años.
“Esta gente del Departamento de Educación primero querían cerrarnos el kinder. Yo fui con mi esposo fa los comercios de aquí de Cayey a solicitar donativos para la pintura y materiales para atender el caso y fueron muy generosos porque saben que esta es una buena escuela. De la Oficina para el Mejoramiento de las Escuelas Públicas (OMEP) nos aprobaron los donativos y pusimos el salón en condiciones. Esta es una buena escuela, mis hijos estudiaron aquí y ya son profesionales y más que una escuela, es un hogar. Mire, yo me retire para atender esta escuela, atendiendo a mis nietos, tal como lo hicimos con los hijos. Los niños están afectados porque al igual que nosotros no saben lo que va a pasar”, manifestó.