Tras defender el procedimiento que completó el Departamento de Educación (DE) para decidir los 283 planteles escolares que no abrirán sus puertas el próximo año escolar 2018-2019, la secretaria Julia Keleher reconoció con un “no”, la inexistencia de un informe, por cada escuela, que certifique los criterios por los cuales se decidió su consolidación.
“Nosotros no hicimos un check list. No era un proceso de que, yo tengo un informe y voy al plantel, ‘tiene esto, tiene lo otro’, no hicimos eso”.
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El DE también reconoció que, si se realizara un análisis específico de cada uno de los planteles en la lista, muchos no cumplirían con los requisitos evaluados para cierre, dado que la evaluación que se realizó fue “un análisis por municipio”.
“Hay una base de datos que es enorme, que cubrió esta mesa dos veces, de allá hasta acá”, dijo Keleher mientras hablaba desde uno de los extremos de la mesa de conferencia en uno de los salones del DE, donde recibió a varios miembros de la prensa.
“Hicimos el análisis a base de datos. Recopilamos toda esa información”, aseguró, al tiempo que describió el proceso de evaluación. Para tomar la decisión, en principio se realizó un análisis técnico-matemático, que partió de la cantidad de escuelas por municipio, la cantidad de salones, la cantidad de estudiantes matriculados por municipio, la cantidad de promedio de alumnos por cada escuela y la cantidad de salones promedio por plantel, para entonces determinar la cantidad de salones necesarios con un promedio de 25 estudiantes por grupo, para, finalmente, completar el cálculo de escuelas necesarias, con un 85 % o más de utilización.
Para acercar un poco más la lupa, se realizó otro análisis a base de un modelo de ocupación por nivel primario y secundario/superior dentro del municipio. El cálculo final reflejó que el DE debía cerrar 336 escuelas, un número que, según Keleher, se redujo hasta 283 luego de tomar en consideración situaciones específicas, como su ubicación en una comunidad de difícil acceso (en términos del transporte de los estudiantes a otro plantel) o que la distancia entre la escuela consolidada y la recipiente fuera mayor de cuatro millas.
El periodo de análisis para determinar los planteles que serían cerrados y consolidados comenzó en diciembre y se extendió hasta marzo. Las visitas a los planteles se completaron entre febrero y marzo, aseguró Keleher, aunque esas visitas no fueron determinantes, dado que el plantel específico no tenía que cumplir con todos los requisitos de consolidación. Por ejemplo, solo 25, del total que se consolidará, está ubicado en una zona que representa un problema de seguridad, mientras que unas 164 reflejaron un bajo porcentaje de ocupación (70 % o menos).
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A finales de mayo maestros conocerán a qué plantel deberán reportarse
De otra parte, los maestros que laboran en las 283 escuelas que el DE anunció que cerrará para el próximo año escolar sabrán a finales del próximo mes de mayo cuál será el plantel al que deberán reportarse, aseguró Keleher, a preguntas de Metro.
“Todavía no se ha decidido eso”, afirmó, en referencia a cómo se distribuirán los maestros de las escuelas consolidadas.
Si bien el DE realizó una reorganización de escuelas y determinó la cantidad necesaria por municipio para recibir la matrícula de estudiantes estimada, Keleher indicó que aún los padres o tutores de los alumnos deben confirmar o matricular de forma oficial al estudiante en la escuela a la que ya asiste o el nuevo plantel en el que cursará los grados.
“Cuando ya los papás confirmen la matrícula, nosotros vamos a asignar la Facultad, asegurando una facultad completa. […] En cuanto yo sepa para dónde van los estudiantes, voy a saber para dónde van los recursos”, afirmó Keleher.
Sobre este particular, el DE lanzó un portal cibernético diseñado para que padres, madres o encargados completen un formulario en el que confirmen matrícula o soliciten nuevo ingreso, disponible en el portal de la agencia desde hoy 20 de abril hasta el 4 de mayo de 2018.
Cualquier maestro podría ser reubicado
El DE también confirmó a Metro que podría haber reasignación de maestros de escuelas que no estén consolidadas, “dependiendo de las necesidades”. La secretaria aseguró que se respetará el convenio del magisterio, la cercanía respecto al lugar de residencia y el seniority, aunque lo esencial será la necesidad del maestro en un plantel u otro.
Sobre los 283 planteles escolares que ya no abrirán sus puertas el próximo año académico, Keleher reiteró que “el número se va a mantener fijo”. Asimismo, aseguró que “entendemos que no sería razonable aumentar el número de cierres”.
Keleher también aseguró que todos los programas especiales en los planteles consolidados, pasarán a la escuela receptora.
Por ejemplo, sobre las escuelas Montessori, indicó que “el programa no se cierra. En 14 escuelas se está transfiriendo el programa a mejores planteles y más grandes donde pueda haber una participación mayor de estudiantes y, por ende, un crecimiento”. Argumentó que “es posible que existan dos modelos (de enseñanza) dentro del mismo plantel”. Indicó que actualmente, por ejemplo, del total de escuelas Montessori, ocho ofrecen un servicio parcial.
Anunció también que el DE hará público hoy o durante los próximos días el proceso de solicitud que deberá seguir cualquier entidad elegible —incluyendo los Gobiernos municipales— para operar una escuela alianza (chárter).
Keleher descartó la posibilidad de que un alcalde pueda establecer algún tipo de acuerdo municipal con el DE para operar alguna escuela de las que estén incluidas en la lista de cierres.
“La Ley (Reforma de Educación) da la opción a alcaldes, a través del municipio, de proponer tener una escuela alianza”, afirmó la secretaria. “Tendrá que cuadrar todos los números, asegurar que, con la cantidad de estudiantes, con la asignación por estudiante —que no es lo mismo que costo por estudiante—, pueda operar”, dijo en referencia al procedimiento y requisitos que los alcaldes tendrían que completar.
“No es el caso de que haya una escuela en la lista y el alcalde diga: ‘Pues dame esa a mí, yo la voy a convertir’, no funciona así. El sistema va a ubicar a esos estudiantes donde entendamos que deberían estar para manejar la asignación de recursos. El alcalde puede, por otro proceso —que tiene otra línea de tiempo—, someter una solicitud, la cual sería evaluada según el proceso, para saber qué puede pasar para el próximo año. Tiene que haber un proceso de consulta”, afirmó.
“Pueden consultar con la comunidad y someter una solicitud para ser una escuela alianza”, añadió Keleher. Ese proceso de consulta con la comunidad, aseguró el DE a Metro, tendrá que completarlo toda entidad elegible —según establecidas en la reforma educativa— para solicitar y operar una escuela alianza. El proceso provee, por ejemplo, para que una escuela activa sea convertida a escuela alianza, o que se establezca una nueva escuela alianza en alguna comunidad, luego de haber completado el proceso de consulta y cumplir con los requisitos en la solicitud. Si en alguna de esas comunidades, por ejemplo, estuviera ubicada la planta física de uno de los planteles consolidados, esa podría ser una opción para establecer una escuela alianza, pero no hay ninguna garantía de ello.