La prostitución es un tema que persigue al presidente de los Estados Unidos Donald Trump, pero en esta ocasión arrastra a su homólogo en Rusia, Vladimir Putin, según unas sorprendentes revelaciones hechas por James Comey, exdirector del FBI.
James Comey ejerció como director del FBI hasta el pasado año, cuando se negó a jurar lealtad a su Presidente, pero decidió ser fuel a los Estados Unidos de América. Todo indica que Comey manejaba importante información sobre la llamada trama rusa.
Dicha causa judicial investiga la presunta injerencia de Vladimir Putin y varios de sus funcionarios del gobierno ruso en asuntos de estado, propios de la democracia norteamericana, al haber colaborado con tácticas de espionaje que contribuirían con que Donald Trump resultara electo como Presidente de los Estados Unidos, el pasado 2016.
Recientemente se ha conocido que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos habría notificado a tres legisladores del partido de gobierno sobre la existencia de unos memorandos escritos por James Comey el año pasado antes de su despido. Los tres legisladores son el presidente del Comité Judicial, Bob Goodlatte; el líder del comité de Supervisión del Gobierno, Trey Gowdy; y el jefe del comité de Inteligencia, Devin Nunes.
Son siete el total de memorandos o documentos entregados por Comey, y tratan en su mayoría sobre la trama rusa, que se cuelan entre detalles de conversaciones que sostuvieron Trump y su exdirector del FBI, Comey, según habría reseñado EFE.
Entre una de esos documentos se cuelan detalles poco caballerosos y que dejan mucho qué pensar sobre la forman en que Trump termina tratando a las mujeres, actitud que, lamentablemente parece tener en común con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Una peculiar escena envolvía a Trump con mujeres de la prostitución. Al parecer el Presidente de EUA habría pedido a varias mujeres que orinaran una cama del Hotel Ritz Carlton de Moscú, donde un año antes se habrían hospedado Barack Obama y su mujer Michelle Obama. El mismo Trump habría negado tal suceso en reiteradas ocasiones, aunque en una conversación admitió que Putin le comentó: “tenemos algunas de las putas más bonitas del mundo”.
El presidente Donald Trump no termina de deslastrarse de la fama de mujeriego que tanto adquirió en su etapa como empresario y que tantos problemas le ha traído en su nuevo rol como mandatario y en su matrimonio con Melania Trump.