Residentes de la comunidad Río Arriba en Cidra reiteraron ante una comisión de la Cámara de Representantes el problema de la peste y las aguas contaminadas del río Arroyata en ese sector rural.
La Comisión de Transportación e Infraestructura, que preside el representante José Luis Rivera Guerra, investiga el problema que representan los malos olores para los residentes del barrio Río Arriba en Cidra.
Eliud Hernández, residente de la Comunidad, manifestó que “la pestilencia es tan grande que ya no podemos vivir ahí. La semana pasada hicieron una descarga, tuve que cerrar mi casa e irme porque era insoportable el mal olor”.
Explicó que el mal olor se incrementa cuando llueve y que con el paso del huracán María se agudizó.
“Nosotros necesitamos calidad de vida, somos hijos legítimos de Puerto Rico”, dijo Hernández.
Miguel Díaz, residente y miembro del Grupo Despertar Cidreño, confirmó que la situación ocurre desde el año 2005 y que la Junta de Calidad Ambiental (JCA) realizó un muestreo del agua.
“Ellos nos informaron que las aguas están contaminadas con heces fecales”, comentó.
El ingeniero Jimmy Solivan, director regional de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), informó que en los últimos tres años la planta de alcantarillado sanitario de Cidra ha tenido reportes de notificaciones de desbordes.
“En el 2016 hubo dos días de desbordamiento de aguas sanitarias y tres incidentes menores de 24 horas. En el 2017, se reflejaron nueve incidentes menores de 24 horas, y en lo que va del 2018, seis incidentes menores”, detalló.
Igualmente aclaró, que la mayoría de los eventos a finales del 2017 y lo que va del 2018 están relacionados por problemas mecánicos y fallas eléctricas por consecuencia del huracán María.
“La estación de bombas contaba con un sistema de monitoreo remoto que se afectó con el paso de María. Contemplamos la adquisición de nueva tecnología para estos fines”, argumentó.
Los directores regionales del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y la JCA, Luis E. Torres Zamora y Vanessa Del Moral Rosario, respectivamente, se comprometieron con la Comisión y los residentes en realizar una inspección ocular para resolver el problema de la comunidad.