WASHINGTON – El presidente Donald Trump recibió el martes al líder francés Emmanuel Macron en la Casa Blanca, elogiándolo generosamente en medio de una pomposa ceremonia antes de difíciles conversaciones sobre el acuerdo nuclear con Irán y la crisis en Siria.
Trump aseveró que la buena relación que entabló con Macron desde el inicio de su presidencia es prueba de “la duradera amistad que vincula a nuestras dos naciones”. Agradeció al líder francés por su “sólida alianza” en el reciente lanzamiento de misiles en Siria en respuesta a un ataque allá con armas químicas.
Macron dijo que juntos, Estados Unidos y Francia pueden derrotar al terrorismo, limitar el uso de armas de destrucción masiva de Norcorea e Irán, y actuar juntos para proteger al planeta, una alusión a la ambición de Macron de hacer que Estados Unidos regrese al acuerdo climático de París.
“Estamos ante un llamado de la historia. Nos está llamando a encontrar las fuerzas que han guiado a nuestras naciones en sus momentos más difíciles”, expresó Macron.
“Francia, junto con toda Europa, y junto con Estados Unidos, tienen una cita con la historia”, añadió.
La pomposa vista de tres días de Macron, la primera de la presidencia de Trump, vivirá su apogeo el martes en la noche con una lujosa cena de estado en la Casa Blanca. Se espera que unos 150 invitados disfruten de un menú con cordero y tarta de nectarina y de la actuación de la Ópera Nacional de Washington.
La agenda de los mandatarios para el lunes por la noche fue más relajada. Acompañados por sus esposas, viajaron en helicóptero hasta Mount Vernon para visitar la histórica casa de George Washington a orillas del río Potomac, donde cenaron.
“Este es un gran honor y creo que es una visita de estado muy importante dado el momento actual”, dijo Macron tras aterrizar en una base militar estadounidense cerca de Washington.
La visita de estado de Macron subraya la importancia que ambas naciones dan a su relación: Macron, que llama a Trump a menudo, ha surgido como una especie de asesor del estadounidense en un momento en que sus relaciones con el resto de líderes europeos son más tensas. Trump, que da gran importancia a la óptica de la pompa y el boato, eligió honrar a Macron con la primera visita de estado de su gobierno.
Pese a su camaradería, Macron y Trump discrepan en algunos asuntos fundamentales, incluyendo el acuerdo nuclear multinacional que tiene como objetivo restringir el desarrollo de armas nucleares en Irán. Trump, que en el pasado se mostró escéptico con la eficacia del pacto, está ansioso por abandonarlo a medida que se acerca la fecha tope del 12 de mayo.
Macron, por su parte, dice no estar satisfecho con la situación en Irán y cree que el acuerdo es imperfecto, pero alegó que Washington debe mantenerse en él ante la ausencia de un “Plan B.”