Las reacciones fueron inmediatas luego de que el presidente Donald Trump confirmara esta tarde el retiro de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, que establece restricciones a dicho país para evitar que desarrolle armamento de ese tipo.
“Francia, Alemania y el Reino Unido lamentan la decisión de los EE. UU. de abandonar el JCPOA. El régimen de no proliferación nuclear está en juego”, afirmó el presidente francés, Emmanuel Macron, a través de Twitter.
“Trabajaremos colectivamente en un marco más amplio, que abarque la actividad nuclear, el período posterior a 2025, la actividad balística y la estabilidad en Medio Oriente, especialmente en Siria, Yemen e Iraq”, añadió Macron.
Desde hace mucho, Trump ha criticado el acuerdo que se firmó en el 2015 bajo la presidencia de Barack Obama y que estipula que las potencias mundiales levantarán las sanciones económicas impuestas a Irán, que a cambio reduciría sus actividades nucleares y permitiría más inspecciones.
“Esta precipitada decisión aísla a Estados Unidos, no a Irán. Nuestros aliados mantendrán su parte del acuerdo, pero nuestro gobierno perderá su credibilidad internacional y el poder de nuestra energía en la mesa”, apuntó la congresista Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en el Senado.
“Los demócratas no tienen ilusiones sobre el régimen iraní. Seguimos firmemente comprometidos con detener el avance del programa de misiles balísticos de Irán, sus atroces abusos contra los derechos humanos y su apoyo al terrorismo y otras actividades nefastas en la región”, dijo también la congresista en una declaración oficial que publicó en Twitter.
Del mismo modo, el senador demócrata Bob Menendez puntualizó que “con esta peligrosa decisión, el presidente Trump está arriesgando la seguridad nacional de los EE. UU., imprudentemente rebatiendo asociaciones fundamentales con aliados europeos clave y apostando con la seguridad de Israel”.
“La retirada de hoy hace que sea más probable que Irán reinicie su programa de armas nucleares en el futuro”, advirtió el congresista.
En el acuerdo de 2015, Irán acordó limitar durante 15 años el tamaño de sus reservas de uranio enriquecido, utilizado para fabricar combustible para reactores, y también armas nucleares. Además de la cantidad de centrifugadoras instaladas para enriquecer uranio durante 10 años. El país también acordó modificar una instalación de agua pesada para que no pudiera producir plutonio adecuado para una bomba. A cambio, se levantaron las sanciones impuestas por la ONU, los Estados Unidos y la Unión Europea que tenían la economía de Irán.
Antes del anuncio, el presidente iraní, Hassan Rouhani, declaró que si Trump elige reimponer sanciones, Irán “enfrentará algunos problemas durante dos o tres meses”, pero “superará esto” y “seguirá trabajando con el mundo”.
La decisión de Trump también fue condenada por el exsecretario de Estado, John Kerry, quien enfatizó en que la magnitud del daño dependerá de lo que Europa pueda hacer para mantener unido el acuerdo nuclear, y dependerá además de la reacción de Irán.
“El anuncio de hoy debilita nuestra seguridad, rompe la palabra de Estados Unidos, nos aísla de nuestros aliados europeos, pone a Israel en mayor riesgo, empodera a los intransigentes de Irán y reduce nuestra influencia global para abordar la mala conducta de Teherán, mientras daña la capacidad de futuras administraciones para llegar a acuerdos internacionales. Esto no es en los intereses de América. Todos deberíamos esperar que el mundo pueda preservar el acuerdo nuclear”, apuntó en una declaración oficial.
En efecto, la reacción de Irán tampoco se hizo esperar. Según reportan medios estadounidenses, tras el anuncio de Trump el presidente iraní, Hassan Rouhani, dijo que ordenó que la “organización de la industria atómica del país esté completamente preparada para medidas posteriores si es necesario para que en caso de necesidad comencemos nuestro enriquecimiento industrial sin limitaciones”.
