Todo tenía que salir en los medios de comunicación para que se actuara sobre la situación de Doña Wilma.
Ayer, luego de ocho meses sin tener electricidad, Doña Wilma por fin pudo disfrutar de un alivio para sus arduos días cuando la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) reconectó su hogar en Humacao, donde tiene que ocuparse de su esposo e hijo encamados.
El caso salió a la luz pública cuando el medio Noticentro acudió al barrio Mambiche del municipio mencionado. Allí, Doña Wilma vive junto a su hijo Luis de 37 años, paciente de distrofia muscular.
Luis ha perdido casi toda su masa muscular, tiene un pulmón colapsado y no puede valerse por sí mismo.
Según se informó, la anciana llevaba desde el huracán María sin luz y dependía de una planta para mantener en función la maquinaria que Luis utiliza para respirar.
También, Doña Wilma está al cuidado de su esposo Don Gaspar, quien sufrió recientemente un derrame cerebral y está encamado. Además, Gaspar es paciente renal y recibe diálisis.
Por su parte, residentes del sector claman por ayuda, ante la llegada de la temporada de huracanes.
“Aquí no ha llegado nadie. Ninguna agencia de gobierno a nuestra comunidad ni estatal, ni federal. ¿Dónde está el sentir, dónde está el dolor de identificarse ellos con el pueblo?”, dijo al medio otra residente afectada.
A diferencia de Wilma, en pleno inicio de la temporada de huracanes continúan saliendo a la luz lamentables historias de familias que se encuentran en estado crítico. Miles de puertorriqueños todavía no cuentan con el servicio eléctrico, y pasan los meses y las ayudas no llegan.
Inclusive, ayer mismo la AEE aseguró que sus empleados han logrado energizar casi toda la isla, pero que aun restan poco más de 10 mil clientes. Específicamente faltan unos 10,085 clientes, lo que representa un .68 % de todos los abonados en Puerto Rico. Por lo tanto, en la isla ya hay 1,462,915 con luz (99.32 %).