Ley 80… Por un lado hay quienes le han criticado que, luego de una posición firme, cediera a su derogación, aunque prospectiva, pero por otro lado, en la Cámara de Representantes, el Ejecutivo pide que no le den paso a la versión senatorial porque cambia el acuerdo con la Junta ¿Qué anticipa que pasará finalmente?
—Debemos explicar qué pasó. La Ley 4 de 2017, precisamente para crear empleos en un momento en que la economía estaba en decadencia, creó un sistema de derecho distinto para el que ya tenía el derecho adquirido y para el de nuevo ingreso —empleo de nuevo reclutamiento—, exactamente lo mismo que hicimos en 2017 fue lo que hicimos ahora. No se deroga la Ley 80, se mantiene vigente la Ley 80, con la diferencia de que empleos de nuevo reclutamiento no tendrán ese beneficio, ni el patrono —porque la Ley 80 beneficia el patrono— ni el trabajador. No se trata de quién cede o quién no cede, se trata de ser razonable. No ha habido hasta esta fecha un informe o algún dato que demuestre que va a crear empleos o que va a ser positivo para la economía derogar la Ley 80. En el Senado, no estamos cerrados a escuchar alternativas, lo que no podemos aceptar es que el trabajador del sector privado quede desamparado. No es adecuado ni justo que, para garantizar el bono y vacaciones de los empleados del Gobierno, que son 150 mil, vas a quitarle la seguridad en el empleo y no vas a poderles garantizar bono y vacaciones al sector privado, que son 800 mil.
Si finalmente se aprueba la versión de la Cámara de Representantes, ¿terminaría en los tribunales?
—No hago pronósticos. Lo que te puedo decir es lo siguiente: al día de hoy ya la Junta rechazó el presupuesto que sometió el gobernador, y presentó su propio presupuesto. En el presupuesto que ellos presentaron, están los fondos de los municipios, de la UPR… Así que aquella alegación de que, si no derogaban la Ley 80, no había presupuesto, con la presentación de su presupuesto, pues ellos han quedado en una posición incómoda porque está el dinero. Ninguna negociación del presupuesto puede estar sostenida por algo que no sean números correctos. Si los números no están correctos, si los números no cuadran, si la Junta no entiende que los recaudos van a ser suficientes para cubrir los gastos; no importa lo que el Gobierno esté dispuesto a derogarle, no podrían aceptar el presupuesto. Así que… ya antes de derogar la Ley 80 y, en medio de la controversia pública que hay —con la probabilidad de que no se derogue—, ellos han presentado un presupuesto.
Pero ellos han dicho que podrían cambiar el presupuesto…
—Claro, ellos podrían cambiarlo como lo hicieron en la otra ocasión, pero es el presupuesto que presentaron ellos.
¿Qué presupuesto evaluarán en el Senado? ¿El de Fortaleza o el de la Junta?
—Lo que ocurre es que, típicamente, nace en la Cámara y llega al Senado. Nosotros podríamos aprobarles el que ellos radicaron —por descargue— y qué van a decir en la Corte… “Me aprobaron el presupuesto que yo presente, pero no estoy de acuerdo porque no derogaron la Ley 80”. Ese argumento en la Corte no se va a sostener.
¿Y eso es una movida que ustedes considerarían?
—Claro que sí, claro que sí.
Con el nuevo Código de Incentivos, ya vimos a la Comisionada Residente oponerse a la eliminación de los incentivos agrícolas, pero es de ahí que sale el espacio para la reforma contributiva ¿Usted qué posición asume?
—Hace algún tiempo yo expresé que la tardanza en presentar el Código de Incentivos iba a crear un ambiente un poco difícil de manejar el Código de Incentivos, la reforma contributiva y el presupuesto, porque cuando el gobernador presentó la reforma contributiva —que yo creo que es excelente—, expresó que estaría financiada con la revisión del Código de Incentivos, y la reforma contributiva es la que va a nutrir el presupuesto con los recaudos. Debió estar todo junto. Por eso, yo expresé, cuando lo radicaron, que tendríamos apenas 23 días para poder manejar reforma la contributiva y el Código de Incentivos juntos. Ya el presidente de la Cámara dijo que necesita más tiempo. Como eso nace en la Cámara, yo voy a aguardar por lo que ellos hagan, pero estamos mirando. El tema agrícola para nosotros es indispensable. El tema de turismo, como está presentado, no nos convence. De igual manera, otros incentivos que entendemos tienen que mirarse con más detenimiento.
¿Cree usted que al 30 de junio todo esto se pueda atender o habría que ir a una extraordinaria?
—Yo no descartaría la extraordinaria.
En una pregunta un poco filosófica… Lo hemos visto oponerse a medidas del plan fiscal, defender las asignaciones presupuestarias a los municipios, salirle al paso al cierre de escuelas, entrar de lleno para la apertura del Centro de Cáncer, poner condiciones a la venta de la AEE. ¿Se considera populista?
—Vamos a ver cómo podemos definir populista… ¿Qué es lo contrario de populismo. ¿Elitismo? ¿Alguien quiere un Gobierno elitista? ¿Alguien quiere un Gobierno como el de Carrión III? ¿Alguien quiere un Gobierno para los ricos? ¿Alguien quiere un Gobierno para los empresarios? Ah… ¿Quiénes nos acusan de populistas? Ese sector, así que… A mí me elige el pueblo, y decide entonces que procurar que los Gobiernos municipales tengan mejores recursos para mejorar las carreteras, mejorar la infraestructura, para que puedan responder en tiempos de emergencia… ¿Eso es ser populista? Entonces, que decida el pueblo de Puerto Rico qué quiere, un Gobierno elitista o un Gobierno populista.
Pero en nuestra realidad fiscal, ¿podemos darnos el espacio de aspirar a cosas que no podemos pagar?
—Lo que ocurre es que, casi siempre, ese argumento es el de los elitistas. Los empresarios dicen que necesitan más dinero para poder crear empleos y después no los crean. La banca dice que tiene que cobrar más intereses y que no puede dar más beneficios porque tendrían problemas… Así que, de nuevo, lo que ocurre en el Gobierno de Puerto Rico es que tiene que ver qué recursos tiene y de qué manera los distribuye de forma balanceada. Ser justo en el ejercicio de administrar los bienes y los recursos… En esa dirección es que nos movemos, y eso alguna gente lo llama populismo.
Acabamos de entrar en la temporada de huracanes… Usted como republicano, ¿está satisfecho con la respuesta del presidente Trump y su administración a la crisis en Puerto Rico luego del huracán?
— Fatal. Si bien es cierto que hemos tenido asignaciones récord —gracias a la comisionada residente Jennifer González—, en la respuesta, inmediatamente luego del impacto, las agencias federales fueron muy lentas. El Cuerpo de Ingenieros —que es una organización muy particular— de igual manera fue lento en un momento en el que hubo una devastación tan amplia en Puerto Rico. Fueron lentos. Al día de hoy, hemos recuperado bastante, pero nos queda mucho por recorrer. Alguna gente plantea que no estamos listos para un huracán. Yo creo que no hace falta que llegue un huracán… una tormenta tropical, una lluvia intensa podría crear problemas nuevamente en varios sectores de la isla. La evaluación que yo le hago al gobierno del presidente Trump es deficiente porque debió ser más rápido, debió ser más diligente. Él y todas las agencias y organizaciones del Gobierno de Estados Unidos que vinieron a dar servicio a Puerto Rico.
Si vamos a nivel local, ¿cómo evalúa la respuesta de la administración? Podemos ir en específico a los secretarios de Seguridad Pública y de Salud, por ejemplo.
—El Gobierno de Puerto Rico reaccionó con los recursos que heredó del Gobierno anterior […] Entregaron un Gobierno sin dinero, sin crédito y sin recursos humanos; entonces, en esas circunstancias es que ha tenido el Gobierno de Puerto Rico que levantar a la isla después del huracán.
Después de año y medio de la administración Rosselló, ¿ve revalidando a Rosselló en el 2020?
—Yo no soy de hacer pronósticos futuros, tampoco me gusta eso de las notas…
¿Y si las elecciones fueran hoy?
—Creo que eso le toca a la gente decidirlo. Hemos sido mucho mejor Gobierno que el Partido Popular, en todos los renglones. El liderato popular se quedó sin causa, sin mensaje, sin liderato y no tienen credibilidad alguna. Si alguien está políticamente en desgaste y en problemas es el Partido Popular.
“Te aseguro que se va”, así dijo usted en mayo sobre Norma Burgos y su posición en la CEE… Salieron los informes sobre el chat de la Comisión y ella sigue allí… ¿Sigue creyendo que tendrá que salir?
—Yo te digo que se va. Es cuestión de tiempo. Lo que hay es que aguardar. Las cosas llegan en su momento. Hay gente que tarda en reconocer unas cosas, y otros que actúan más rápido. Te lo repito, reportarás aquí en los medios la salida de Norma Burgos.
Una vez ella salga, ¿estarán ustedes en posición de evaluar a alguien para la presidencia de la CEE?
—Yo estoy en posición de evaluarlo ahora. Yo no tengo ningún problema en que lo sometan a una persona hoy o hace un mes. El gobernador no lo ha sometido porque no ha querido.