Luego de que el Senado de Puerto Rico decidió no derogar la Ley 80, que protege a los trabajadores de despidos injustificados, el gobernador Ricardo Rosselló se expresó indignado con el presidente del cuerpo, Thomas Rivera Schatz y lo acusó de “obstaculizar” y de seguir “mañas del pasado”.
“Puerto Rico acaba de ver cómo se hace política y no cómo se debe hacer un Gobierno de futuro en momentos de retos y dificultad, con esta decisión lamentable del presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz. Seguiremos el camino del cambio y transformación que hemos forjado. Sin embargo, este era el momento de unirnos y juntos lograr salir del pasado vergonzoso que heredamos. Optó por obstaculizar, optó por seguir las mañas del pasado que nos han metido en esta situación”, indicó en un comunicado de prensa el primer mandatario.
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Mientras, agregó que el presidente del Senado escogió un paso que “nos aleja de encaminarnos a salir de este atolladero que nos legaron y que ya habíamos comenzado a disipar”.
Sostuvo que durante que su administración, durante las pasadas semanas, estuvieron realizando un arduo esfuerzo por salvar los beneficios del Bono de Navidad, licencias por días de enfermedad y vacaciones para los trabajadores del sector público y privado; además de lograr importantes asignaciones para los Gobiernos municipales.
Rosselló también reconoció la ayuda de Miguel Romero, Abel Nazario, Nelson Cruz, Margarita Nolasco e Itzamar Peña quienes fueron los únicos senadores que votaron a favor de derogar el estatuto, así como los alcaldes que apoyaron su gestión.
“Lamentablemente, hoy el presidente del Senado, en un acto adicional en contra de nuestros esfuerzos en beneficio de la mayoría del Pueblo, logró lo que siempre quiso. El incumplimiento del acuerdo logrado con la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) dificulta nuestra defensa de las pensiones, además de crear incertidumbre de cambios en las leyes que mantendrían los beneficios del Bono de Navidad y los días por enfermedad y vacaciones en el sector privado”, opinó Rosselló.
“El riesgo de la pérdida de miles de millones de dólares para Puerto Rico por concepto de reestructuración de la deuda recae sobre esta acción. De igual forma, la pérdida de millones de dólares en asignaciones para los Gobiernos municipales que habíamos logrado recae también sobre el presidente del Senado. Como gobernador continuaré batallando los estilos viejos del inmovilismo y realizando el mayor esfuerzo para lograr el entendimiento que facilite que Puerto Rico pueda salir adelante. Exhorto a todos a unirse a este esfuerzo por reconstruir un mejor Puerto Rico, a pesar de los obstáculos que unos pocos crean”, agregó.