Aun cuando se espera que Beryl se convierta en onda tropical cuando llegue a la cercanía de nuestras costas, el Gobierno instó a la población a mantenerse vigilantes y preparados, porque consideran que será un sistema atmosférico fuerte, que afectará a todos los pueblos de la isla.
Beryl, que pasará cerca del sur de Puerto Rico, traerá vientos sostenidos de 25 millas por hora y ráfagas de 50 millas por hora en áreas de la montaña, según Ernesto Morales, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología. El experto agregó que el fenómeno natural provocaría de dos a cuatro pulgadas de lluvia, y por esto se emitió una advertencia de inundaciones repentinas para todo el territorio.
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“A medida que se vaya acercando vamos a ver que este sistema va a perder su organización, no quiero decir que es una simple onda porque no lo es. Es una onda que fue por un momento huracán, fue por mucho tiempo tormenta, por lo tanto es una onda fuerte”, sostuvo Morales. Quien agregó que: “va generar condiciones marítimas peligrosas y fuertes resacas en las costa sureste hasta las 6:00 p.m. del lunes”.
Mientras, el gobernador Ricardo Rosselló hizo eco de las palabras del experto, e instó nuevamente a la población que vive en áreas vulnerables a moverse a los refugios habilitados por el Estado. Hasta el momento, añadió el primer ejecutivo, hay unos 24 refugios abiertos, pero se espera que entrada la tarde los alcaldes soliciten preparar más.
“Aunque se espera que se deteriore, esto conlleva lluvias y vientos significativos. Recordemos el derrumbe de Mameyes que fue una onda, posiblemente menos fuerte”, detalló Rosselló en una conferencia de prensa desde el Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres.
El mandatario también informó que los alcaldes podrán comprar combustible en la Administración de Servicios Generales de ser necesario. Recalcó, además, que mañana las labores en el Gobierno estarán suspendidas.
Sobre el sistema eléctrico, Rosselló dijo que está en mayor vulnerabilidad en comparación con su estado antes del huracán María en septiembre pasado.
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“Sabemos que el sistema en general está un tanto más frágil que antes que maría lo azotara, particularmente porque no tiene los niveles de redundancia que tenía previamente. Hay algunas partes que están endurecidas, pero es difícil predecir qué es lo que va a ocurrir”, soltó.
Rosselló acotó que en las montañas, las líneas de transmisión de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) podrían verse afectadas por los vientos, pero insistió en que la corporación pública está mejor preparada para atender cualquier incidente.
“Se espera que en las montañas van a haber ráfagas. Si tenemos mala surte, algunas de estas ráfagas pueden impactar esa transmisión que pudiera tener un impacto al resto de Puerto Rico. Pero eso está por verse”, señaló.
De acuerdo a Rosselló, “como ha indicado el director de la AEE, ahora tenemos más personal aquí para responder y tenemos la petición lista para traer hasta 500 personas más”.
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