Jerusalén — Un comité parlamentario israelí deliberó hoy lunes el boceto final de una controvertida ley que definiría a Israel como el estado-nación de los judíos.
El gobierno dijo que la propuesta de ley simplemente hará legal el carácter existente del país. Sin embargo, los opositores dicen que excluye a la minoría árabe del país, que representa aproximadamente el 20% de la población de Israel.
Los israelíes que se oponen a la ley por considerarla discriminatoria, salieron en grandes cantidades a las calles de Tel Aviv el sábado para manifestarse. El presidente Reuven Rivlin, quien rara vez profundiza en política nacional, advirtió contra cláusulas que parecen motivar la segregación y el menosprecio al estatus del idioma árabe.
Las deliberaciones del último minuto entre los socios de la coalición parecen quitar parte del lenguaje más polémico, pero el Instituto para la Democracia de Israel, un centro de investigación independiente, dijo que aun así la propuesta de ley parece menospreciar los valores democráticos de Israel.
Se espera que esta semana se ponga a votación la propuesta de ley, que es definida como una “ley básica” con estatus constitucional. De aprobarse, sin duda será apelada en la Corte Suprema
La declaración de independencia de Israel de 1948 enfatiza su naturaleza como un estado judío democrático, un balance delicado que el país ha logrado mantener durante 70 años. La propuesta de ley, que durante años se ha considerado en distintas formas, busca legislar la identidad clave del país.
Sin embargo, Amir Fuchs, director del programa de Defensa de Valores Democráticos del Instituto Democrático de Israel, opina que el proyecto se aleja de los principios democráticos de la fundación. Advirtió que de aprobarse podría entorpecer el poder de las cortes, dañar los derechos de las minorías y afectar las relaciones con la diáspora judía.
“El principal objetivo es que el elemento ‘judío’ supere el elemento ‘democrático’ para cambiar el balance”, explica Fuchs. “Es parte de un proceso nacional y nacionalista”.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha jurado que la democracia israelí continuará a mantener los derechos de la minoría e individuos. “Pero la mayoría también tiene derechos y la mayoría decide”, dijo en un evento reciente. “La gran mayoría quiere garantizar la naturaleza judía de nuestro país durante generaciones”.
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