A Yajaira Román Valle se le formó un taco en la garganta ayer, luego de enterarse que tendría luz gracias a un complicado operativo en helicóptero realizado por la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
Van casi once meses desde el huracán María, pero aún esta fémina, que reside en el barrio Roncador de Utuado, junto a su esposo y suegra, lavaba ropa a mano y no podía refrigerar los alimentos. Su hogar, aunque está ubicado entre verdes montañas y posee un cuerpo de agua como patio trasero, tiene la desventaja de estar conectado a líneas de distribución de energía separadas por un barranco, y que se desprendieron por el impacto del ciclón.
De acuerdo con Luis Maldonado, supervisor de operaciones de la región de Arecibo, fue precisamente la topografía del lugar lo que dilató la tarea de reparar la avería. En Utuado, agregó el gerencial, hasta ayer había unas nueve casas con la misma situación. En el barrio Roncador, luego de la intervención del monopolio eléctrico, fueron encendidas dos residencias.
Sin duda, indicaron Román Valle y su esposo Adalberto Rodríguez Placa, tener energía eléctrica será un alivio en más de un aspecto.
Ven la luz a casi un año de María
“Por la noche prendíamos la planta de 6:00 p. m. a 9:00 p. m., luego nos acostamos. Cada tres días se compraba $15 de gasolina […] Lo más que extrañábamos era poder tener lo necesario en la nevera. Bajábamos al supermercado y comprábamos lo que íbamos a consumir durante el día”, contó a Metro la fémina.
La familia, además, ahora tendrá distracciones para olvidar la difícil situación que vivieron durante el fenómeno atmosférico el pasado 20 de septiembre. Y es que los tres quedaron atrapados durante, aproximadamente, un mes porque los deslizamientos de tierra bloquearon la salida de su casa y las pequeñas carreteras que constituyen el retirado barrio utuadeño.
Por suerte, la familia estaba preparada y durante esos angustiosos días no quedaron cortos de alimentos.
“Me da sentimiento porque pasé un mes sin saber de mi familia, que vive en Hatillo. Yo solo llevo cinco años aquí viviendo con mi esposo y mi suegra. Son muchos sentimientos al saber que hoy (ayer), por fin, vamos a tener luz”, comentó Román Valle.
La madre de su esposo, Migdalia Placa Arroyo, agradeció sobremanera la labor de los empleados de la AEE y, por supuesto, ya tenía planes de hacer una fiesta para celebrar la iluminación.
“Son unos luchadores, hay que decirlo”, dijo de los empleados.
Pero a pesar de las vicisitudes, esta familia dice que no cambiará el campo, aun cuando Puerto Rico es una isla propensa sufrir el impacto de los huracanes por su ubicación geográfica.
Para Rodríguez Placa, la tranquilidad de vivir en las montañas de Utuado, el aire fresco y la naturaleza es “caviar”.
El operativo
Para reparar la línea de distribución de 4,800 voltios la AEE tuvo que emplear a unas quince personas, dentro de las que se encontraban celadores, pilotos, brigadas de poda, conductores, oficiales de seguridad y directivos, explicó José Sepúlveda, director de transmisión de la corporación pública.
Antes de comenzar los trabajos, el equipo se reunió para establecer las instrucciones y hasta hicieron una oración con la intención de atraer positividad a la complicada situación.
“Usamos un helicóptero debido a la dificultad que hay para poner el alambre a mano. Va a haber gente en cada punto y ellos van a recibir el alambre”, explicó Sepúlveda.
“Son dos personas en helicóptero. Hicieron un reconocimiento inicial de la situación y verificaron que cada crew de trabajo estén posteados donde se supone que estén. Tomaron el primer conductor desde el punto A y lo pasaron hasta llegar al punto C. Los grupos [en los postes] comenzaron a tesar el alambre para llevarlo al lugar [correspondiente]”, detalló el ejecutivo.
Alrededor de la isla, contó Sepúlveda, hay de 200 a 300 clientes en situaciones parecidas a las que se vivió ayer en Utuado. Aunque este tipo de trabajos cuestan miles de dólares, el directivo sostuvo que la corporación pública continuará las reparaciones para llegar a un 100 % de clientes con energía.
“No podemos escatimar en el esfuerzo […] Si eso conlleva activar el helicóptero y activar la cantidad de gente,ww lo vamos a hacer”, concluyó.