Hace unos días, el licenciado Héctor Ferrer, como presidente del Partido Popular, llegó a decir que los acuerdos que el gobernador Ricardo Rosselló logró recortando la deuda pública que otras administraciones tomaron, eran malos para Puerto Rico.
Un tanto similar hizo Roberto Prats, quien presentándose como posible candidato a la gobernación por el PPD, criticó los acuerdos.
Acostumbrados ya a escuchar a los profetas del desastre- y aguerridos defensores de los que nos hundieron en esta debacle-, a tronar contra todo lo que el PNP haga para salvar a la Isla, preferí pasar por alto ese trillado libreto.
Pero el ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá –buscando eliminar contrincantes en su constante perfilación de candidaturas-, confirmó el rumor que había trascendido, de que uno y el otro, fueron abogados y cabilderos de los “fondos buitres”.
Estos “hedge funds”, invitados por el gobierno de Alejandro García Padilla a participar como bonistas de las obligaciones generales, confiaron en una firma de estrategia publicitaria para diseñar una campaña de descrédito contra los esfuerzos de la Administración novoprogresista para resolver el asunto de la deuda pública.
A Ferrer y a Prats no les importó en lo más mínimo visitar el Congreso hace unas semanas, con propaganda preparada por los acreedores en contra de los mejores intereses de Puerto Rico. En su desespero, aceptaron incluso confundir a los congresistas con una hoja informativa llena de xenofobia y que incluso, tenía la bandera y el morro de Cuba en lugar de nuestra bandera y el morro San Felipe.
La propaganda de Ferrer y Prats sufragada por esos fondos buitres, pide que no se atiendan nuestros legítimos reclamos de igualdad, porque Puerto Rico sería un estado pobre que costaría a los Estados Unidos $50,000 millones en diez años.
La propaganda dice que en Puerto Rico vive “gente pobre” que depende del gobierno federal. Dice también que la isla no paga su deuda y que no está negociando con los acreedores para su pago. Esa es la imagen que Ferrer y Prats venden en las esferas federales.
Estar en la nómina de los acreedores y estar de parte de ellos, es su derecho.
Pero uno no puede alegar que defiende los intereses del pueblo sobre la deuda pública, mientras te desempeñas como su cabildero. Claramente los intereses del gobierno por proteger servicios esenciales, están en conflicto con los intereses de estos grupos de acreedores.
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Un evidente conflicto que pone de manifiesto que el liderato popular – el mismo que dejó a Puerto Rico en quiebra con $7,600 millones en déficit, sin acceso al crédito y con una Junta colonial y antidemocrática-, le ha dado la espalda a nuestro pueblo.
Debieron hablar claro antes de criticar a Rosselló, por lograr más de $23,500 millones en ahorros en el pago de la deuda.
Y para ello, Ferrer y Prats hasta se atrevieron a utilizar la bandera del pueblo oprimido de Cuba, sin el menor asomo de pudor, de vergüenza o recato. No me extrañaría que en sus futuras estratagemas, utilicen la bandera de Cataluña.
¡Total! Es evidente que no representan los mejores intereses de Puerto Rico.
*La opinión del autor no representa necesariamente el sentir de este diario