La compañía Cobra Energy, que trabaja en Puerto Rico desde octubre pasado en la reparación del sistema eléctrico, le debe $2 millones al municipio de Arroyo por concepto de arbitrios y patentes, denunció ayer en entrevista con Metro el alcalde Eric Bachier.
Cobra Energy, que hace unos meses recibió un nuevo contrato por $900 millones, utiliza el balneario Punta Guilarte para guardar sus herramientas y materiales. Ayer, ante la negativa de pagos, el primer ejecutivo municipal decidió cerrar los portones del lugar.
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“Le hemos hecho comunicados cobrando dinero por los compromisos a base de la ley y las ordenanzas [municipales]. Ellos tenían la duda si el pago les correspondía a ellos o a los municipios. Enviaron una comunicación a sus representantes legales para hacer investigaciones. Hicieron peticiones de tiempo y se concedieron, pero la última caducó ayer y no vimos gestión de pago”, comentó Bachier para justificar su acción.
El alcalde no pudo precisar a este diario cuándo envió a Cobra Energy el primer cobro de arbitrios. No obstante, indicó que, cuando la empresa llegó por primera vez al balneario, no le comentó que debían pagar los impuestos del ayuntamiento. Fue tras una reunión con otros alcaldes de la región que discutieron la idea de que, por ley, dichas compañías estadounidenses debían aportar a las arcas de los pueblos.
“No tengo la de inicio. En una reunión de alcaldes entendimos que tienen la obligación de pago con nosotros y se levantó una investigación”, sostuvo.
Bachier aseguró tener una carta en sus manos escrita por Omar Marrero, director de la recién creada Oficina Central de Recuperación y Reconstrucción, dándoles la razón a los ejecutivos municipales.
“Nosotros recibimos un documento de parte de Omar Marrero, a cargo de la Oficina de Recuperación. Indicaba que estaban trabajando con el asunto y reconocían que tienen que efectuar esos pagos a los municipios. Tengo una carta de compromiso”, sostuvo.
Metro se comunicó ayer con los oficiales de prensa de Cobra Energy en Puerto Rico y en los Estados Unidos, pero al cierre de esta edición no recibimos respuesta a nuestra petición de información.
