Un nuevo informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de los EE. UU. (GAO, por sus siglas en inglés), sostiene que la asistencia de que proveyó el gobierno federal a Puerto Rico luego del paso del huracán María excedió incluso sus responsabilidades con el territorio estadounidense, aunque señaló deficiencias respecto al personal de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) que atendió la emergencia en la Isla.
“Los esfuerzos de respuesta de FEMA en Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE. UU. se complicaron por una serie de factores que incluyen la distancia remota de
los territorios, preparación local limitada para un huracán mayor, infraestructura local obsoleta, limitaciones de la capacidad de la fuerza de trabajo y desafíos adicionales en Puerto Rico”, apunta el documento publicado hoy.
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Entre esos desafíos adicionales, GAO apunta que “según el Anexo de Huracanes de la Región II de FEMA, la información en Puerto Rico debe transmitirse en español, que es el principal idioma hablado y escrito. Sin embargo, después del Huracán María, FEMA no tenía suficientes empleados bilingües para comunicarse con los residentes locales o traducir documentos. De acuerdo a funcionarios de FEMA, esto ocasionó más demoras mientras el personal se reorganizaba de otros desastres a Puerto Rico”.
Además, los líderes de FEMA entrevistados para el informe indicaron que parte del personal de desastres de la agencia federal desplegado en Puerto Rico y no fueron físicamente capaces de manejar el extremo o austero ambiente de los territorios, “lo que restó valor a las necesidades de la misión”.
A eso se sumó que, dado que tanto el sistema de energía eléctrica como el de comunicaciones colapsaron, el personal tuvo que realizar visitas “puerta por puerta” para llegar a los sobrevivientes del desastre y realizar evaluaciones. “Ubicar direcciones e individuos era desafiante, según funcionarios de FEMA, porque muchas áreas afectadas no tenían direcciones publicadas, muchas personas usan apodos en su lugar de sus nombres de pila y a menudo varias familias se encontraban en una sola propiedad”.
Según GAO, FEMA enfrentó una serie de desafíos que desaceleraron y complicaron los esfuerzos de respuesta de la agencia federal ante el huracán María, particularmente en Puerto Rico.
- El tiempo secuencial y superpuesto de los tres huracanes (Harvey, Irma, María), con María siendo la última de las tres causas de escasez de personal, requiriendo que trasladara personal FEMA a los territorios, que se encontraban desplegados en otros desastres
- Desafíos logísticos complicaron esfuerzos para desplegar recursos federales y personal rápidamente, dada la distancia remota de ambos territorios (Puerto Rico e Islas Vírgenes)
- Preparación limitada de las Islas Vírgenes de los EE. UU. y Puerto Rico para un huracán categoría 5 e incapacitación de las funciones de respuesta local debido a la devastación generalizada y la pérdida de energía eléctrica y las comunicaciones llevaron a FEMA a asumir las funciones de respuesta que los territorios normalmente realizarían ellos mismos
- En octubre de 2017, el 54% del personal de FEMA estaban ejerciendo en una capacidad para la cual no tenían el título de “Calificado” -de acuerdo a los estándares del sistema de calificación de FEMA, un desafío pasado que la GAO ha identificado.
- Los funcionarios de FEMA notaron que la escasez de personal y la falta de personal capacitado con experiencia en programas condujo a complicaciones en sus esfuerzos de respuesta, particularmente después del huracán María
Además de las deficiencias de FEMA en términos de personal, el informe de GAO sostiene que el Gobierno de Puerto Rico no contaba con los recursos suficientes para atender la emergencia posterior a un huracán de la categoría de María.
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“Sus planes eran insuficientes para la magnitud del huracán María que tocó tierra dos semanas después(del huracán Irma). Específicamente, los funcionarios de Puerto Rico no habían considerado que el huracán causaría una pérdida de energía durante el tiempo que lo hizo el huracán María”, lee el documento.
En comparación con las Islas Vírgenes estadounidenses, GAO indicó que tres meses después del paso de María, Puerto Rico tenía un 65 % de su sistema eléctrico restaurado, mientras que las Islas Vírgenes tenían más cerca del 90 %, según oficiales de FEMA. “Las Islas Vírgenes de EE. UU. fueron más rápidas para restaurar la energía en parte debido a inversiones de infraestructura anteriores y esfuerzos de mitigación implementados por el gobierno, según funcionarios de FEMA”, continúa.
En términos generales, el informe de GAO sostiene que FEMA asignó unas 1,093 misiones en Puerto Rico y las Islas Vírgenes, que costaron $5.5 mil millones. También añade que el 41% de esas misiones fueron realizadas por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, sumando $2 mil millones.
El informe sostuvo que –de acuerdo con la Oficina de Respuesta y Recuperación de FEMA–, la respuesta de dicha agencia federal a Puerto Rico fue uno de los mayores esfuerzos de recuperación en su historia, incluyendo el suministro y distribución de alimentos y suministros valorados en aproximadamente $1 mil millones, así como productos básicos y medicamentos a través de aproximadamente 1,400 vuelos que constituyeron las operaciones aéreas sostenidas más largas en la historia de desastres en los EE. UU.
Defiende, además, que se desplegaron 4,700 miembros de personal médico y que hasta mayo de 2018 el USACE había instalado más de 1,700 generadores de electricidad de emergencia, en comparación con los 310 que se instalaron en las labores de respuesta al huracán Katrina.
De acuerdo con el Marco de Recuperación Nacional de Desastres –cita el informe–, los gobiernos locales tienen el papel principal en la preparación y
manejar la respuesta y recuperación de sus comunidades, incluyendo liderar los esfuerzos de planificación de mitigación y recuperación antes del desastre. Sin embargo, según los funcionarios de FEMA, la agencia federal esencialmente sirvió como respuesta primaria en los primeros esfuerzos de respuesta en Puerto Rico. Funcionarios de FEMA dijeron que muchos de los servicios que brindaban, como restauración de energía, eliminación de escombros y la distribución de productos básicos, son típicamente proporcionados por los gobiernos locales.