En el marco de los posibles efectos de la tormenta Isaac, que se supone pase a unas 200 millas al sur de Puerto Rico a finales de esta semana, oficiales del Gobierno presentaron ayer detalles de su nuevo plan catastrófico, enmendado tras la experiencia vivida con el huracán María.
En una mesa redonda realizada en Fortaleza, el gobernador Ricardo Rosselló y varios miembros de su gabinete se cantaron mejor preparados para enfrentar un desastre natural. Indicaron, además, que no tan solo los planes de emergencia del Gobierno central han sido revisados, sino también los municipales y los de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA).
El Plan Catastrófico del Estado, que incluye los nuevos detalles, no se publicará por completo, sostuvo el primer mandatario en una rueda de prensa anterior al encuentro en su mansión ejecutiva. Y es que, indicó, contiene información clasificada que podría afectar la respuesta ante una emergencia si se publica.
Como parte de los cambios que anunció el gobernador, el Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres ahora tendrá dos almacenes de suministros. “Antes no tenía. Tiene dos, y se van a abrir dos adicionales. Los dos que tiene ahora son en Ponce y en Guaynabo. Se van a abrir dos: uno en Aguadilla y uno en Camuy. FEMA tiene uno y ahora van a tener cinco regionales, que representan una gran cantidad de suministros”, soltó Rosselló.
Sobre la cantidad de suministros, el ejecutivo explicó que ahora se resguardan casi 4 millones de comidas, 14 millones de litros de agua y más de 600 generadores eléctricos.
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Por su parte, la presidenta de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones, Sandra Torres, dijo en la mesa redonda que las antenas de telefonía cuentan con generadores, que suman 1,800 alrededor de la isla, para asegurar la comunicación en caso de que haya problemas con el sistema eléctrico. Agregó que fueron destinados $700 millones otorgados luego del ciclón por la Comisión Federal de Comunicaciones para que las empresas de celulares construyan torres de repuesto.
Mientras, José Ortiz, director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), repitió que la corporación pública está mejor preparada para enfrentar un desastre en comparación con el evento causado por María.
Además de que se mantienen los acuerdos de ayuda mutua para traer a la isla compañías de energía públicas a trabajar en caso de un desastre en el sistema eléctrico, se expuso en la mesa redonda que hay una mayor cantidad de materiales y personal para atender problemas energéticos en la isla.
“A modo de ejemplo, previo a la tormenta teníamos poco menos de 5 millones de millas de cable, ahora tenemos más de 11 millones de millas de cable. Tenemos 32 compañías contratadas para trabajos de reparación y tres entidades contratadas para ese proceso de reparación en el caso de un evento. Hay más carros y pueden responder muchísimo más rápido”, afirmó Rosselló.
Contrario a las palabras del primer mandatario, esta semana Ángel Figueroa Jaramillo, líder de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego, comentó que la AEE cuenta con menos personal porque cientos se han acogido al retiro o han renunciado tras la imposición de medidas de austeridad. Denunció, también, que hay una merma en los vehículos del monopolio público, así que puso en duda su capacidad de respuesta si llegara un fenómeno natural.