El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) paralizó los trabajos de relleno en parte de la playa de Palmas del Mar, Humacao, tras el incumplimiento de los permisos otorgados al complejo de vivienda Solarea, emitidos con el propósito de revitalizar la zona marítimo terrestre afectada por la erosión.
El condominio, según la Asociación de Residentes de Palmas del Mar (PHA, en inglés), es administrado por la compañía Encanto Group.
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De acuerdo con la secretaria de la agencia, Tania Vázquez, se supone que en el litoral cercano al complejo residencial fuera colocada arena compatible con la ya existente. Sin embargo, el Cuerpo de Vigilantes del DRNA identificó —de forma preliminar— que el material depositado no corresponde al consentido por el Gobierno.
“Ellos perdieron arena con la erosión. Lo que se les dio fue una autorización de emergencia en unas áreas. Hay que ver, exactamente, que no es en todas partes. Se le dice: ‘Puedes poner el mismo material, que tiene que ser compatible con el que se perdió allí, acomodarlo nuevamente donde estaba’”, sostuvo Vázquez vía telefónica.
En días pasados, Metro publicó en exclusiva que la arena ubicada frente a Solarea es material de dragado, extraído del Yacht Club (marina) de Palmas del Mar. Este dato fue confirmado ayer en una entrevista por Antonio Maldonado, director ejecutivo de la PHA. Luego del reportaje de este periódico, la dependencia ambiental ordenó la movilización del Cuerpo de Vigilantes, así como del Programa de Tortugas Marinas, por identificarse el área como propicia para anidación.
Ahora el DRNA llevará un proceso administrativo para determinar la calidad del material depositado y, entonces, decidir la penalidad que se impondría a los responsables. Vázquez detalló que su dependencia, de comprobar un daño ambiental, podría ordenar la remoción del material, la revitalización de la costa o imponer multas.
“Eso va a variar de acuerdo con las violaciones que se encuentren en su día”, expresó la funcionaria.
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Por su parte, Maldonado indicó que la asociación de residentes solicitó explicaciones a los administradores de Solarea sobre por qué inclumplieron con los permisos de la agencia reguladora. Detalló, además, que estarán al pendiente de los procesos para reparar el daño que se pudo haber causado a la playa. Ante preguntas de este diario, el director de la PHA reiteró que la organización que representa desconocía sobre la violación del aval del DRNA. Según Maldonado, el dragado de la Marina de Palmas del Mar, cuyo material se usó en la playa frente al edificio residencial, contó con el permiso del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE) y el propio DRNA.
Argumentó que dicha arena, color grisácea y que, visiblemente, es diferente a la del litoral de Solarea, fue usada en otra parte de Palmas del Mar conocida como Plaza del Mar. Para depositarla, añadió, realizaron un estudio que demostró que no está contaminada.
“El reporte demostró que la arena es oscura porque ha estado bajo el sargazo por mucho tiempo y no representa ningún tipo de peligro para las especies”, acotó Maldonado.
Derecho ambiental aplicable
Luis Rodríguez Rivera, profesor de Derecho Ambiental de la Universidad de Puerto Rico (UPR), advirtió que es importante vigilar cómo se dispuso del material producto del dragado y si contiene o no contaminantes. Una vez realizado el análisis, sería posible establecer si los responsables violaron disposiciones federales como el Resource Conservation and Recovery Act (RCRA), que establece lineamientos sobre el manejo de desechos peligrosos.
El abogado recalcó que todo proceso de dragado debe estar respaldado por el USACE y el DRNA. Por Palmas del Mar ser un área de anidación de tortugas marinas, como el carey, que se encuentra en peligro de extinción, también podrían ser aplicables leyes que protegen a dichas especies.
Rodríguez Rivera, quien fue secretario del DRNA y director de la Autoridad de Desperdicios Sólidos bajo la gobernación de Sila Calderón, dijo también que bajo el Código Penal hay cuatro causales de delitos ambientales.
“Una de ellas es cuando se hace una actividad que requiere permisos y que causa contaminación. Cuando se hace con conocimiento, ahí se activaría. Pero te tengo que decir que nunca se ha usado, son enmiendas de 2004”, explicó el profesor.
“Tiempo perdido” esfuerzos de revitalización mal hechos
La reconstrucción de una playa, si se realiza de forma incorrecta, es “tiempo y dinero perdido”, detalló la experta en geomorfología de costas Maritza Barreto.
“Para que funcione un relleno o el reemplazo de arena tienes que hacerlo con la misma característica de la playa”, sentenció la también profesora de la Escuela de Planificación de la UPR.
De la misma forma, Barreto afirmó que el material de dragado podría afectar la vida Marina. “El problema de ponerlo en la playa es que si llega a los arrecifes trae problemas. Hay veces que la gente piensa que el suelo o el material que usan de dragado funciona”, soltó.
Afirman helipuerto queda lejos de la playa
Metro tiene constancia de que, a solo pasos de la playa, detrás de Solarea, está en funcionamiento un helipuerto. Ante cuestionamientos de este diario, Maldonado comentó que, a su entender, “no está cerca del mar”, así que no afecta el ecosistema marino.
El funcionario dijo que el helicóptero que allí despega pertenece a una empresa estadounidense que ayuda en la recuperación de Puerto Rico posterior al impacto del huracán María.
Por su parte, en una conversación telefónica, el biólogo Luis Crespo, quien trabaja junto a PHA, explicó que, desde noviembre, no hay nidos de tortugas en el lugar. El científico sostuvo que el helicóptero opera de día y que estas especies marinas —si hay— anidan en las noches.
El DRNA declaró que pedirá información sobre la operación de dichos helicópteros, para conocer si están en la costa o no.
