Rebeldes de la República Democrática del Congo mataron a 15 civiles y secuestraron a una docena de niños en un ataque perpetrado en la región del brote más reciente de ébola, informaron el domingo las fuerzas armadas del país, cuando la violencia amenaza nuevamente con bloquear las labores cruciales para contener la propagación del virus.
“Será muy difícil contener este brote si continúa la violencia”, dijo el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud, Peter Salama.
Un funcionario regional de la OMS le dijo a The Associated Press que era complicado pronosticar cuánto tiempo se vería afectado el trabajo.
En el brote actual de ébola declarado el 1 de agosto se han registrado 202 casos confirmados, incluidas 118 muertes.
Los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas atacaron puestos militares del Congo y varios vecindarios de la ciudad de Beni el sábado y el domingo, dijo el capitán Mak Hazukay Mongha a la AP. Las fuerzas de paz de las Naciones Unidas indicaron que hubo enfrentamientos entre sus tropas y los rebeldes el sábado en el área de Mayangose, en Beni, durante un ataque contra civiles.
Furiosos por los asesinatos, los residentes llevaron cuatro cadáveres a la alcaldía de la ciudad el domingo por la mañana, donde la policía los dispersó con gas lacrimógeno. Mientras algunos trabajadores del sector salud se refugiaban en un hospital local, los manifestantes destruyeron varios edificios gubernamentales y bloquearon el tránsito, informó el Ministerio de Salud de Congo.
Los vehículos de las organizaciones de ayuda y de la misión de paz de la ONU fueron apedreados, reportó la radio Okapi.
Los rebeldes de las FDA han matado a cientos de civiles en los últimos años y son sólo uno de varios grupos insurgentes que están activos en el noreste del Congo.
A fines del mes pasado, las labores de contención de un brote de ébola tuvieron que suspenderse durante varios días en Beni luego de un ataque letal. La suspensión de las labores hace que sea más complicado encontrar a sospechosos de haber tenido contacto con víctimas del ébola.
Desde entonces, muchos de los nuevos casos confirmados del virus se han reportado en Beni, y la tasa total de nuevos casos se ha más que duplicado, lo que ha generado alarma entre los grupos de ayuda.
La resistencia comunitaria también es un problema. El Ministerio de Salud de Congo ha reportado “varias agresiones” contra trabajadores médicos. A principios de mes, dos voluntarios de la Cruz Roja resultaron severamente lesionados en una confrontación con residentes recelosos en una región traumatizada por décadas de lucha y que se enfrenta por primera vez a un brote de ébola.
