WASHINGTON — El Partido Republicano retuvo el control del Senado con poco suspenso el martes luego de derrotar a senadores demócratas en Indiana, Dakota del Norte y Missouri, concediendo una victoria al presidente Donald Trump al garantizar que la cámara será la guardiana de su agenda conservadora durante dos años más.
Para sellar su triunfo, los republicanos se apoyaron en los votantes conservadores de derechas de estados rurales tradicionalmente controlados por la formación, en los que la retórica incendiaria de Trump motivó a los conservadores al tiempo que enfurecía a los progresistas de otras partes del país.
“Donald Trump salió y se dejó la piel”, manifestó el senador republicano por Colorado Cory Gardner, que dirige el comité de campaña republicano al Senado, en una entrevista. Señaló que los mítines de Trump reunieron a miles de personas en estados clave durante las últimas semanas de la campaña, añadiendo que “el presidente fue EL factor”.
La importancia del triunfo republicano en el Senado, que estaba en manos del partido desde hacía cuatro años, se vio magnificada luego de que los demócratas le arrebatasen el mando en la Cámara de Representantes. Esta es una fórmula casi segura para dos años de estancamiento y posicionamiento de cara a los comicios presidenciales y legislativos de 2020.
En Nevada, Dean Heller, el único republicano que se enfrentaba a la reelección en un estado donde Hillary Clinton ganó en 2016, fue también el único senador de su partido en perder su plaza al caer ante la representante Jacky Rosen.
Los republicanos retuvieron sus escaños en el Sur, el Medio Oeste y el Oeste, y se aseguraron al menos una mayoría de 51-49, la misma de la que gozan en la actualidad. Con tres carreras todavía sin decidir a primera hora del miércoles, los conservadores tendrían la oportunidad de ampliar su ventaja con posibles victorias en Florida, Arizona y Montana.
La formación cimentó su camino a la victoria al derrotar a los demócratas Joe Donnelly en Indiana y Heidi Heitkamp de Dakota del Norte y Claire McCaskill en Missouri.
También conservaron plazas fuertemente disputadas en Texas, donde el senador Ted Cruz logró derrotar al representante Beto O’Rourke, un liberal con excelente financiamiento, y en Tennessee, en donde se impuso la congresista Marsha Blackburn.
Trump telefoneó al líder de la mayoría en la cámara alta, el senador por Kentucky Mitch McConnell, “para felicitarlo por los logros históricos en el Senado”, dijo la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders. Fue apenas la segunda elección de mitad de legislatura en más de tres décadas en que el partido que controla la Casa Blanca aumenta su presencia en la cámara.
El triunfo es también importante porque en el Senado es donde se confirman las nominaciones, incluyendo las de jueces de la Corte Suprema y federales, una prioridad para los republicanos.
La agenda del partido incluye recortes fiscales y de gasto, comercio, restricciones de inmigración y limitaciones a la ley de atención sanitaria del expresidente Obama. A excepción de algunos compromisos, quizás en infraestructuras, sus iniciativas quedarían estancadas en la Cámara de Representantes.
Pero el Senado podría tener dificultades incluso para sacar adelante proyectos de ley. Los republicanos no alcanzarán los 60 votos necesarios para evitar los filibusterismos demócratas, demoras de procedimiento que anulan una legislación.
Los republicanos iniciaron la jornada con una estrecha mayoría en el Senado y las matemáticas a su favor: los demócratas y sus dos aliados independientes defendían 26 escaños, por solo nueve de los republicanos.
El senador demócrata Joe Manchin fue reelegido en Virginia Occidental, donde Trump ganó por 42 puntos porcentuales hace dos años. Los senadores demócratas retuvieron su escaño en Ohio, Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, que se decantó por el presidente en 2016.
El senador independiente por Vermont Bernie Sanders y las demócratas Elizabeth Warren de Massachusetts, Kirsten Gillibrand de Nueva Tork y Amy Klobuchar de Minnesota, se impusieron con facilidad. Las tres, junto a Sherrod Brown, un senador que salió victorioso en Ohio, están en la lista de posibles candidatos a la nominación demócrata para 2020.
El senador demócrata Bob Menendez ganó un tercer periodo en Nueva Jersey pese a una acusación de soborno en su contra, que la fiscalía retiró este año luego de un juicio nulo.
El republicano Mitt Romney ganó un escaño por Utah.