Una diferencia de 30 mil votos mantiene en jaque la contienda senatorial por el estado de la Florida en las elecciones de medio término, con el candidato republicano Rick Scott, que se encuentra por encima del incumbente demócrata Bill Nelson, quien llamó ayer al recuento.
Dentro de ese cerrado margen, el voto de puertorriqueños pudiera estar ubicado en una posición de destranque, pero no podría decirse con certeza a favor de cuál candidato, aunque en principio se esperaba que el voto boricua fuera clave en la victoria para el demócrata.
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“Lo que sabemos del grupo puertorriqueño en Florida es que estaba altamente dividido. Los que han estado bastante tiempo ya en Florida se alinean con el Partido Demócrata, los que llegaron después de María, que es un grupo bastante considerable, técnicamente no podemos decir que son demócratas o no, porque muchos puertorriqueños no se alinean con ese tipo de política, porque la desconocen”, explicó la profesora Mayra Serrano, experta en política internacional.
“Desde ese punto de vista aunque suene antipático decirlo, ciertamente todavía la participación puertorriqueña no tiene la capacidad de cambiar una elección”, afirmó el profesor y analista político Ángel Rosa.
“Pero sí reconocían a Rick Scott, sí veían favorablemente a Scott, precisamente porque él fue el que estuvo allí en el aeropuerto recibiéndolos después del huracán María. Se veía proactivamente ayudando a los puertorriqueños que tuvieron que salir de la isla después del huracán María”, apuntó, mientras hizo hincapié en que era importante analizar el voto de los boricuas a Scott “como figura” que reconocen y no como republicano.
En la carrera senatorial, en todo el estado, Scott obtuvo el 50.2 % de los votos, mientras Nelson sacó el 49.8 %. Sin embargo, al observar de cerca la zona de Florida Central —donde residen la mayoría de los puertorriqueños—, el demócrata obtuvo una clara victoria con el 58.3 % y 61.9 % en los condados de Osceola y Orange, respectivamente. Lo mismo ocurrió en los condados de Miami-Dade (60.6 %), Broward (69 %) y Palm Beach (58.4 %), así como en otros condados donde residen comunidades de latinos y puertorriqueños.
En la zona de Florida central, organizaciones como Hispanic Federation, Mi Familia Vota y UnidosUS, se unieron en alianza bajo la campaña Respeta Mi Gente, que logró suscribir 77 mil nuevos votantes latinos. De ese total, se estima que entre un 60 % y un 80 % son puertorriqueños. Ese estimado es mayor al número de votos de diferencia entre Scott y Nelson, de modo que, en teoría, si en efecto la mayoría de los votos estuvieran alienados hacia un lado o el otro, podría ser determinante. No obstante, para el profesor y analista político Ángel Rosa, la participación electoral de puertorriqueños no es suficiente aún como para cambiar un resultado electoral a nivel estatal.
“En los condados donde hay gran cantidad de puertorriqueños viviendo, la realidad es que Rick Scott perdió en todos ellos, pero esos condados donde viven los puertorriqueños son demócratas y lo han sido tradicionalmente en todas las elecciones”, explicó Rosa.
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“Por lo tanto, uno tiene que pensar que los puertorriqueños son suficientemente demócratas como para no cambiar esa tendencia (condados históricamente demócratas), pero no son suficientemente demócratas como para cambiar la tendencia en el estado en general. Desde ese punto de vista aunque suene antipático decirlo, ciertamente todavía la participación puertorriqueña no tiene la capacidad de cambiar una elección”, argumentó.
En la contienda por la gobernación, el demócrata Andrew Gillum obtuvo unos 50 mil votos menos (49.1%) que el republicano Ron DeSantis (49.7 %).
- 22,882: la participación electoral en los precintos con mayor cantidad de boricuas en el condado de Osceola en las elecciones de medio término en 2018, un incremento de 44 % en comparación con el 2014
- 15,976: la participación electoral en los precintos con mayor cantidad de boricuas en el condado de Osceola en las elecciones de medio término en el 2014
Voto boricua en victorias locales
Para Frederick Vélez, director de campaña de la alianza Respeta Mi Gente, los números muestran que el voto de los puertorriqueños sí fue determinante en victorias locales. Por ejemplo, Johanna López, una maestra puertorriqueña, ganó una silla como miembro de la Junta Escolar del distrito 2 del Condado de Orange, con un 60.4 % de los votos.
“La campaña de ella estaba siendo corrida por estudiantes de ella, puertorriqueños y latinos”, apuntó Vélez. También resaltó la revalidación del congresista Darren Soto, la victoria de Amy Mercado —también puertorriqueña— en la Cámara de Representantes estatal, la victoria de la boricua Maribel Gómez Cordero, quien formará parte de la Comisión del Condado de Orange, entre otras victorias para la comunidad latina.
“Todas esas victorias locales fueron gracias, en parte, a la participación de la comunidad puertorriqueña”, sostuvo Vélez, al tiempo que explicó que, en los precintos de los condados de Florida central, donde residen boricuas, “definitivamente hubo” un aumento de participación electoral.
En 2014, votaron 58,872 personas identificadas como latinas en los condados de Orange y Osceola. Pero el 5 de noviembre de 2018 votaron 76,029 latinos en esos mismos condados.
Jimmy Torres-Vélez, portavoz de la organización Boricua Vota, coincidió en que la comunidad boricua se dejó en las urnas. Sin embargo, la movilización parece no haber sido suficiente en otros condados en los que, aunque en menor escala, también hay comunidades de puertorriqueños.
“Creo que demostramos que los puertorriqueños y los latinos salieron votar en muchos condados, en otros condados tenemos mucho trabajo que hacer, donde viven latinos y puertorriqueños”, dijo el portavoz de la organización cuya campaña favorecía a los demócratas.
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Se quedó corto el Partido Demócrata
Para Vélez, por su parte, el resultado global de Florida también refleja que tiene que ser mayor el esfuerzo del Partido Demócrata en ese estado como institución política, no tanto en términos de mover gente a su partido, sino en lograr que salgan a votar.
“En Florida, es más determinante sacar la gente a votar que persuadir, porque ya está bastante definido por partido. El Partido Demócrata, definitivamente, tiene que invertir más en hacer acercamiento a la comunidad, aquí el Partido Demócrata no estaba en la comunidad como tenía que estar”, apuntó Torres-Vélez coincidió con eso.
“El Partido Demócrata tiene que conversar más con sus bases y ver si realmente los mensajed que están utilizando son los más efectivos posible. Muchas veces, viene gente y trata de ponernos a todos en un paquete de que somos todos hispanos y, a veces, se pierden algunas particularidades importantes”, expresó.
En ese sentido, para el profesor Rosa hubo una diferencia clara entre la efectividad de la campaña política del Partido Republicano versus la demócrata a nivel estatal, cuyo enfoque —a su juicio— estuvo dirigido a la comunidad latina, en general, sin atender las particularidades de cada grupo.
Los republicanos tenían una organización casi perfecta, tenían una demografía clara de a qué hogares querían impactar, los impactaron”, señaló.
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