Algo huele mal en los baños de la Estación Espacial Internacional (EEI), y no, no tiene nada que ver con que se estén filtrando los desperdicios de los astronautas. Un estudio de la NASA determinó que algo ocurre con los inodoros, pero esto tiene que ver con una serie de “bacterias espaciales” que podrían tener varias y graves consecuencias entre los tripulantes de la nave.
De acuerdo con un estudio realizado desde 2015 y cuyos resultados se publicaron recientemente en na revista BMC Microbiology, en la EEI se detectó la presencia de diferentes variedades de Enterobacter, una bacteria similar a la que se encuentra presente en los hospitales de la Tierra, pero que no se sabe aún si provendría del espacio.
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El tema pone en riesgo a loa habitantes de la Estación Espacial Internacional, porque de acuerdo al informe de la NASA, estas bacterias espaciales tienen un 79% de posibilidades de causar enfermedades, por lo que expresaron su preocupación de que los astronautas pudieran correr peligro si los organismos son resistentes a los medicamentos.
Terapia preventiva
La investigadora principal del estudio, doctora Nitin Singh, dijo tras presentar los resultados que estos resultados son un importante antecedente para pensar en las futuras misiones.
“Los resultados de resistencia a múltiples medicamentos para estas [bacterias] y la mayor posibilidad de patogenicidad que hemos identificado, estas especies potencialmente representan importantes consideraciones de salud para futuras misiones”, explicó según cita el diario inglés The Mirror.
Eso sí, los investigadores señalaron que pese a lo extraño de la presencia de los organismos en la EEI, aún no parecer ser lo suficientemente fuertes para enfermar a los humanos y transformarse en un problema en la estación espacial.