Dad por gracia lo que por gracia has recibido. Este versículo bíblico describe la gestión caritativa que estableció por motus propio Bruce Edenton, dueño del Hampton Inn de Isla Verde en su hospedería.
Su deseo por apoyar a los puertorriqueños tiene una bonita historia que la administración quiso compartir con los lectores de Metro, fundamentada en la cultura de servicio que sus empleados adoptaron desde el primer día.
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Cuando el papá de Edenton, natural de Memphis Tennesse, llegó a Puerto Rico (1956), de inmediato se enamoró de la isla y de su gente. Tan es así, que a tan solo un año después de haber aterrizado en Puerto Rico por primera vez, ya estaba firmando un contrato de construcción del primer Holiday Inn que se construyó en la isla, el primero de la marca fuera de Estados Unidos.
Este hotel se construyó en el terreno que ubica hoy día The Ritz-Carlton, San Juan en Isla Verde.
Fue en 1960 que abrió el Holiday Inn y así comenzó la familia a relacionarse y hacer negocios en Puerto Rico.
Edenton creció entre Memphis y Puerto Rico por lo que considera a Puerto Rico su segundo hogar. Su papá tuvo el hotel Holiday Inn hasta el 1974, que luego vendió.
Empero, Edenton siempre tuvo el mismo sueño de su progenitor, tener su propio hotel, y en 1989, entre los dos decidieron regresar a la industria hotelera en el país. Fue así que en el 1997 inauguró lo que hoy día es el Hampton Inn de Isla Verde, en los terrenos de la familia Durán.
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“El 19 de noviembre cumplimos los 21 años de la apertura con una historia de éxito, pues este hotel se ha mantenido durante todos estos años exitosamente.
Bruce Edenton como muestra de aprecio por la oportunidad que Puerto Rico le brindo a él y a su familia para hacer negocios, decidió devolverle a la comunidad puertorriqueña”, contó Michael “Mike” García, gerente general de la hospedería, en referencia al programa de aportación a la comunidad que estableció
Edenton, que consiste en un donativo acumulado de un dólar por cada noche vendida, durante el transcurso del año.
Este donativo se entrega a finales de cada año a la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, cuya misión es desarrollar las capacidades de las comunidades en
Puerto Rico, para que logren su transformación social y económica, maximizando la inversión filantrópica y el rendimiento de cada contribución.
“Este es el cuarto año que hacemos este donativo y para esto formamos un comité de empleados, para que sean los propios empleados, quienes deciden cómo y para quién va destinada la ayuda, sin que hayan gerenciales envueltos”, describió el gerente, al enfatizar que los empleados toman la decisión de si se entrega a una sola entidad o se divide la cantidad total entre varias entidades de acuerdo a la necesidades de la comunidad que ellos quieran impactar.
El 5 de diciembre se entregará el donativo de este año que ronda en los 64 mil dólares, según la cifra proporcionada por el ejecutivo.
Otros de los esfuerzos para impactar a la comunidad, es que ofrecen cursos y adiestramientos a estudiantes de bajos recursos, interesados en continuar una carrera en la industria hotelera.
Además, de forma voluntaria algunos empleados llevan comida a deambulantes.
“Es bien bonito porque también tenemos un grupo de empleados llevan comida y artículos de primera necesidad (Santurce), entre muchos otros eventos que apoyamos. Que mejor satisfacción para un jefe que su equipo esté tan comprometido con la comunidad y que al mismo tiempo se sientan atendidos y queridos.
Todo lo que hacemos aquí es por nuestros empleados y ellos reconocen la forma que impactamos a la sociedad”, enfatizó García, quien lleva seis años en el hotel de la cadena Hilton en Puerto Rico y quien fue reconocido con el President’s Excellence in Leadership Award, por el compromiso y respuesta del equipo luego de la devastación del huracan María en la isla.
Actualmente el Hampton Inn de Isla Verde cuenta con 60 empleados y muchos de ellos desde que abrió el hotel.
