Revisar y modificar los programas de desvío para agresores, así como atender otras fallas a nivel sistémico, que obstaculizan la implementación de servicios comprensivos que beneficien a la población afectada.
Estas son algunas de las recomendaciones que impulsa el Comité Comunitario de Respuesta Coordinada para salvar vidas y atender a las víctimas de violencia de género en sus distintas modalidades. La propuesta es el resultado de un plan de trabajo desarrollado por el Hogar Nueva Mujer, con el apoyo de varias organizaciones y su socio científico, el Instituto Tercera Misión de la Universidad Albizu.
“La violencia de género es un problema que día a día afecta a nuestras comunidades, sin distinción de condiciones culturales, raciales o de clase. Este problema no solo está disperso a través de toda la isla, sino que su incidencia también es extensa”, explicó Vilmarie Rivera Sierra, directora del Hogar Nueva Mujer. Como parte del proyecto, también se identificó como prioridad la necesidad de establecer guías normativas para ofrecer los servicios y hacer los referidos de personas agresoras que, por orden del tribunal, deben tomar cursos de educación.
Como parte del plan de trabajo, se recomienda capacitar a la fuerza laboral para el uso de mejores prácticas para atender víctimas y agresores, así como la creación a nivel municipal del servicio de intercesoras para que las víctimas reciban orientación sobre los remedios civiles y criminales disponibles, así como recibir acompañamiento para completar formularios y durante sus vistas judiciales.