El presidente Donald Trump expresó el domingo pocas esperanzas de que otra ronda de conversaciones entre sus máximos asistentes y miembros del Congreso vaya a producir resultados significativos que pongan fin al cierre parcial del gobierno y pareció socavar a su equipo al decir que él necesitaba lidiar directamente con los líderes demócratas.
“Al final, esto va a ser resuelto por los jefes”, dijo Trump a los reporteros en la Casa Blanca antes de partir para una serie de reuniones en Camp David, al tiempo que el cierre entró en su tercera semana. Una segunda ronda de negociaciones entre funcionarios del gobierno federal y del Capitolio estaba planeada para el domingo por la tarde.
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“No espero que suceda nada en esa reunión”, dijo Trump sobre las conversaciones encabezadas por el vicepresidente Mike Pence. “Pero creo que vamos a tener conversaciones muy serias el lunes, martes y miércoles”.
Trump insinuó que él, la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el líder de la minoría senatorial demócrata Chuck Schumer pudieran resolver el estancamiento sobre los fondos para el muro que quiere el presidente para la frontera con México “en 20 minutos, si ellos quieren. Si no quieren, va a durar mucho tiempo”.
Trump ha insistido en que quiere 5,600 millones de dólares para construir un muro en la frontera con México y los demócratas han respondido que no van a proveerlos, Trump reiteró que consideraría declarar una emergencia nacional para tratar de eludir al Congreso y gastar dinero como le parezca. Ese paso sin dudas generaría respuestas legales.
El presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, Adam Smith, dijo el domingo al programa “This Week” de la cadena ABC que el poder ejecutivo ha sido utilizado para construir instalaciones militares en Irak y Afganistán, pero que probablemente estaría “abierto de par en par” a una impugnación judicial por el tema del muro fronterizo. Hablando en el programa de CNN “State of the Union”, el presidente de la Comisión de Inteligencia, Adam Schiff, calificó la idea de “no un punto inicial”.
“Miren, si Harry Truman no pudo nacionalizar la industria siderúrgica durante la guerra, este presidente no tiene el poder de declarar una emergencia y construir un muro de miles de millones de dólares en la frontera”, aseveró el demócrata californiano en el programa de CNN.
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Trump agregó que aunque puede identificarse con los centenares de miles de empleados federales que no están recibiendo sus pagas durante el cierre, tendrán que “hacer ajustes” para lidiar con la situación. La víspera, Trump dijo en Twitter que no le importaba, pues “la mayoría de los empleados que no están recibiendo paga son demócratas”.
Dijo que planeaba convocar a los ejecutivos de las compañías siderúrgicas estadounidenses con esperanzas de lograr un nuevo diseño para la barrera que él quiere construir en la frontera. Trump había prometido previamente un muro todo de concreto, pero ahora dice que pudiera estar hecha de placas de acero. Su gobierno ha gastado ya millones de dólares construyendo prototipos cerca de la frontera en San Diego.
El equipo de la Casa Blanca designado por Trump se reunió el sábado con asistentes del Congreso y no reportó avances.
Con las negociaciones estancadas, Pelosi dijo que los representantes demócratas planeaban una serie de propuestas de ley para reabrir agencias federales. La primera sería el Departamento del Tesoro, para garantizar que la gente pueda recibir sus reembolsos de impuestos.