Cada 6 de enero, Jennifer Santiago, vecina de Bayamón, llega con sus cinco hijos a la tradicional entrega de regalos organizada por Fortaleza. Pero esta vez, salió más contenta que de costumbre, celebrando la organización del evento, los regalos, el ambiente y la fiesta en general.
“Ha estado bien chulo, bien bonito, bien organizado, y yo vengo todos los años”, dijo Santiago, mientras sus niños, de entre 3 y 13 años, se asomaban desde la fila para estudiar cuál juguete elegirían. La línea era larga, pero solía moverse con eficiencia y los más chicos se entretenían con música, comida y personajes animados, y hasta vestían un casco amarillo con el logo de la Autoridad de Energía Eléctrica, una de las agencias con gran presencia en el evento.
El gobernador Ricardo Rosselló y la primera dama Beatriz Rosselló terminaron su ruta en el Centro de Convenciones para repartir regalos, en el cierre de ‘La Gran Fiesta de Reyes’ que también se celebró en municipios como Yauco, Moca, Cidra, Yabucoa, Lares y Culebra.
El exboxeador Félix Tito Trinidad y el intérprete de música urbana Tito el Bambino acompañaron a la primera familia en tarima, así como a funcionarios y políticos. Pero las estrellas fueron los “Titos al cuadrado”, como los llamó el gobernador. Rosselló destacó las bondades de ambos y, sobre todo, agradeció que pusieran el nombre de Puerto Rico en alto, compromiso que él también asumió desde el gobierno, dijo en tarima.
Aunque en el país persiste una profunda crisis económica, miles de niños disfrutaron de la iniciativa gracias adonaciones de instituciones privadas.
Como de costumbre, la oficina de la Primera Dama organizó el evento junto a un gran grupo de voluntario, gestión que Rosselló agradeció.
El mensaje de la primera familia fue breve, subieron a tarima a las 12:10 de la tarde y a las 12:20 ya estaban preparados para repartir regalos. Gerald Cerezo, de 17 años, fue uno de los niños y jóvenes que pudieron abrazar a la pareja. Salió con una gran sonrisa junto a su hermanito, Joshua, repartiendo sonrisas y hasta masajes a quien preguntaba si estaba feliz.
Su madre, Cecilia Rosario, aprovechó para agradecer por la organización del evento y recordó algunos de los problemas que suelen repetirse en estas ocasiones, como la exposición excesiva al sol, las filas infinitas y el caos.