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Oficinas pensadas para las mujeres en la era del #MeToo

Explotan asimismo el deseo de muchas mujeres de crear una comunidad y un ambiente favorable en las oficinas, distinto al que es la norma en las empresas.

Usted ingresa a una de las oficinas de ModernWell y siente que está en un spa: Reposapiés cubiertos de piel falsa, una hoguera rodeada de sillas cómodas, mujeres trabajando. Y ningún hombre a la vista.

Bienvenido a las oficinas pensadas para la mujer, una nueva tendencia en Estados Unidos.

ModernWell es una de una creciente cantidad de empresas que ofrecen espacios para trabajar enfocados en la mujer, las cuales proliferan en el país. Si bien existían antes del movimiento #yotambién (#MeToo), su popularidad aumentó al estallar ese movimiento y cobrar fuerza la lucha contra la discriminación de las mujeres en los sitios de trabajo.

Explotan asimismo el deseo de muchas mujeres de crear una comunidad y un ambiente favorable en las oficinas, distinto al que es la norma en las empresas.

Estos espacios ofrecen algo más que escritorios y una máquina de hacer café. Tienen clases de yoga y disertantes, además de la posibilidad de armar redes sociales y laborales con mujeres que tienen los mismos intereses.

“Creo que las mujeres, sobre todo, quieren tener espacios seguros, donde pueden trabajar inspiradas, dejar volar su creatividad y hacer cosas importantes sin ser interrumpidas y sin que les estén encima. Ahí no hay la menor posibilidad de que sean acosadas por hombres”, manifestó Renee Powers, afiliada a ModernWell, que fundó allí su empresa Feminist Book Club.

La firma más grande que ofrece espacios solo para mujeres es The Wing, que abrió en el 2016 en Nueva York y se ha estado expandiendo rápidamente por todo el país. Inauguró un local en San Francisco en octubre, con un salón de conferencias que lleva el nombre de Christine Blasey Ford, quien declaró ante el Congreso que el candidato a la Corte Suprema Brett Kavanaugh había abusado de ella cuando estaban en la escuela secundaria. Kavanaugh negó la denuncia y fue confirmado como juez de la Corte Suprema. El uso de las oficinas de The Wing cuesta 2.350 dólares anuales y la empresa tiene hoy 6.000 afiliados, según su portavoz Zara Rahim.

La mayoría de estas oficinas admiten hombres, aunque algunas no. Un individuo demandó a The Wing en Washington, aduciendo discriminación. La firma dispuso entonces que admitiría a cualquier persona, sin importar su sexo. Rahim aseguró que esa política fue elaborada antes de la demanda.

Otra empresa que ofrece espacios para trabajar y que crece a paso acelerado es The Riveter, que tiene cinco oficinas en Seattle y Los Ángeles y planea abrir otra en Austin, Texas, en marzo, y cinco más en Minneapolis y Atlanta más adelante.

El 20% de sus afiliados son startups, pero la mayoría son empresas pequeñas, con pocos empleados, o gente que trabaja por su cuenta, según la directora ejecutiva Amy Nelson. El servicio cuesta de 90 dólares mensuales para arriba, dependiendo del espacio que se use.

Una cuarta parte de los 2.000 usuarios de The Riveter son hombres, de acuerdo con Nelson, quien acotó que la firma pone énfasis en las mujeres.

“Estamos viviendo un cambio en la sociedad. Las mujeres se están haciendo escuchar”, comentó.

The Riveter ha organizado disertaciones de gente importante como Sheryl Sandberg, gerenta de operaciones de Facebook, y ofrece talleres sobre meditación digital y bienestar personal, o wellness. Este tipo de programas es lo que distingue a estas empresas de otras que ofrecen espacios para trabajar, de acuerdo con Steve King, de Emergent Research, que estudia al futuro del trabajo y el crecimiento de una fuerza laboral independiente.

La fundadora de ModernWell Julie Burton, instructora de wellness y escritora, enseña yoga en su espacio, donde también se dan clases de cosas como escribir autobiografías. Burton dice que después de las elecciones presidenciales del 2016 muchas mujeres que ella conocía estaban muy molestas y sintieron la necesidad de promover iniciativas para apoyar a las mujeres.

“Salgas a la calle (a protestar) o no, sentí que teníamos cosas por hacer y quería participar en eso”, expresó.

Agregó que el espacio da a mujeres de distintos campos la posibilidad de conectarse y alentarse mutuamente. Esa comunidad que se crea es lo que atrae a muchas mujeres, según Jamie Russo, directora ejecutiva de la Asociación de Espacios Laborales Globales.

Los espacios de trabajo compartidos se están poniendo de moda y a menudo surgen oficinas enfocadas en un ramo en particular, como abogados o agentes de bienes raíces.

Un análisis de la firma de King calculó que había más de 14.000 firmas que ofrecen espacios para trabajar y 1,7 millones de usuarios a nivel mundial en el 2017. Se especula que para el 2022 habrá 30.000 espacios y 5,1 millones de usuarios.

Jasna Burza, coach que orienta sobre cuestiones laborales y de la vida personal, tiene una oficina en su casa pero prefiere trabajar en ModernWell, donde es parte de una comunidad de mujeres. Compara la experiencia con la vieja serie televisiva “Cheers”, donde la gente iba a un bar en el que “todos conocen mi nombre”.

“Cuando estoy por mi cuenta, me siento aislada”, explicó. “Aquí me siento feliz”.

 

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