COPENHAGUE (AP) — El principal sospechoso del robo de artículos funerarios reales de una catedral sueca confesó el viernes haberlos robado después de que encontraran su ADN en los objetos que la semana pasada fueron hallados en un contenedor de basura al norte de Estocolmo.
El sueco de 22 años dijo que se cortó cuando llevaba dos coronas y un orbe que se exhibían en la catedral Strangnas, al oeste de la capital, el 31 de julio, reportó el viernes desde un tribunal de Estocolmo la televisora sueca SVT. La policía dijo que la sangre encontrada en los dos artículos, hallados el 5 de febrero, igualaba su ADN, pero no tenían idea de porqué las joyas aparecieron cuando lo hicieron.
“Yo soy el que cometió los crímenes”, dijo el último día de juicio el acusado, quien no ha sido identificado.
El robo llegó a la prensa internacional porque los ladrones escaparon de la iglesia de ladrillo rojo construida entre 1291 y 1340 en bicicletas robadas, luego huyeron en una lancha motora a través del vasto sistema de lagos al oeste de Estocolmo.
Los objetos de 1611, que alguna vez pertenecieron al rey Carlos IX y la reina Cristina, tienen un valor estimado de 65 millones de coronas (7 millones de dólares). Son objetos funerarios formales, que son colocados al interior o sobre un féretro para simbolizar la identidad y rango social del difunto.
