La instalación de plantas nucleares compactas, o reactores modulares pequeños, quedó ayer sobre la mesa en una vista pública de la Comisión de Gobierno de la Cámara de Representantes, pero con la advertencia de que se desconocen ejemplos de aplicación real, lo que convertiría a Puerto Rico en uno de los primeros.
“No avalamos que sea Puerto Rico la primera jurisdicción en implementarlo”, concluyó la Autoridad de Energía Eléctrica a través del ingeniero José Vázquez Vera. “Uno de los mayores problemas de esta tecnología es el posible impacto ambiental con relación al uranio, ya que su transporte y disposición representan un peligro de contaminación”, depuso el ingeniero.
Para el representante independentista Denis Márquez Lebrón, “es inconcebible que a las alturas del siglo XXI estemos pensando en energía nuclear” y “no deberíamos gastar un día de nuestro tiempo en estudiar esto”.
Aunque en efecto, se ha demostrado que la energía nuclear es una de las más limpias, a Márquez Lebrón le preocupan los aspectos de seguridad e impacto ambiental.
z presidente del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico (CIAPR), Pablo Vázquez Ruiz, recordó, además, que la energía nuclear no está incluida en la propuesta Política Energética que aún no ha sido aprobada en el Senado.
El Negociado de Energía presentó una “evaluación favorable” destacando sus ventajas como la estabilidad del costo para los clientes, la falta de emisiones de gases de efecto invernadero y la reducción de dependencia energética del exterior. Pero reconoció el inconveniente en términos de seguridad y la inversión excesiva que requeriría.
“No nos olvidemos de nuestra posición geográfica de islas pequeñas, nuestra geografía, nuestra topografía. Hay factores que no tenemos bajo nuestro control, y es que estamos ubicados en áreas propensas huracanes y terremotos”, dijo Márquez Lebrón, quien ya había propuesto una medida para prohibir la energía nuclear. En la vista sugirieron no descartarla, pero hacer un estudio a profundidad.
