BAGUZ, Siria — Combatientes del Estado Islámico luchaban desesperadamente el miércoles contra los avances de milicianos respaldados por Estados Unidos y lanzaron un contraataque desde el reducto de territorio que sigue bajo su control en el este de Siria.
La contraofensiva de los extremistas inició en la noche desde el oeste de su territorio a orillas de un río en Baguz, su último feudo en el país, dijo un comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
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Los combates seguían el miércoles y fuerzas sirias lideradas por kurdos repelían la ofensiva, apuntó el comandante, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a la prensa.
Los insurgentes de Estado Islámico oponían una “feroz resistencia” disparando proyectiles de mortero y granadas propulsadas por cohetes, señaló Adnan Afrin, vocero de las FDS.
Un comandante de las FDS dijo que estaban tratando de afianzar su control sobre las zonas conquistadas la tarde del martes. Otro comandante informó que por lo menos cuatro combatientes de las FDS murieron en choques desde la madrugada. Ambos jefes hablaron a condición de anonimato.
Un tercer comandante, Dilbrin Nargiz, dijo que la contraofensiva del Estado Islámico empezó justo antes del amanecer. Los combatientes del grupo conocido también por las siglas ISIS usualmente se limitan a actuar de día porque carecen de armas y lentes de visión nocturna.
La ofensiva en Baguz también ha mermado a los combatientes kurdos, algunos de los cuales llevan seis años batallando contra el Estado Islámico.
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“Nos vamos morir todos mucho antes de que termine esta guerra”, declaró Simone Awad, un combatiente kurdo de 22 años de edad cuyo camarada fue baleado en la cabeza poco antes. No se supo si el camarada, que fue llevado a un hospital, sobrevivió.
La batalla por Baguz y sus aldeas vecinas comenzó en septiembre y los milicianos del Estado Islámico se han visto obligados a atrincherarse en un pequeño territorio, tras cruentos combates y prodigiosos reveses.
Los milicianos llevan varias semanas confinados a ese reducto, a orillas del río Éufrates. Desde comienzos de febrero más de 10.000 civiles han sido evacuados del lugar, la mayoría de ellos familiares de combatientes de ISIS.