Toronto — El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, designó ayer a una exministra de Justicia para examinar si deben separarse los cargos de fiscal general y ministro de Justicia en medio de un escándalo que amenaza su reelección por el partido Liberal.
Trudeau indicó que Anne McLellan, también miembro del partido Liberal, estará a cargo del estudio.
La exministra de Justicia y fiscal general Jody Wilson-Raybould asegura que Trudeau y altos miembros de su gobierno la presionaron indebidamente en un caso referente a una importante compañía de ingeniería canadiense acusada de corrupción.
Según reportes, Trudeau quería que ella instruyera a los fiscales a alcanzar un tipo de acuerdo de culpabilidad y evitar un juicio penal a SNC-Lavalin debido a que el premier pensaba que miles de empleos estaban en riesgo. Una declaración de culpabilidad evitaría que la compañía obtuviera contratos del gobierno.
El escándalo ha provocado renuncias de dos altos miembros del gabinete, incluyendo a Wilson-Raybould, y del principal asesor de Trudeau. El funcionario público de mayor rango de Canadá, Michael Wernick, también anunció su retiro anticipado el lunes, señalando que no hay una forma de establecer una relación de respeto y confianza mutuas con líderes de los partidos de oposición.
La oposición acusó a Wernick de partidista después de testificar que no se le ejerció presión indebida a Wilson-Raybould y que en repetidas ocasiones Trudeau se aseguró de que la decisión de Wilson-Raybould respecto a SNC-Lavalin fuera únicamente suya.
“Recientemente han surgido asuntos importantes respecto a las relaciones entre la ex fiscal general y ministra de Justicia y el gobierno”, dijo Trudeau al Parlamento.
En Canadá, el fiscal general también se desempeña como ministro de Justicia y es legislador electo en el Parlamento.
Wilson-Raybould fue retirada de su cargo en enero y nombrada ministra de Asuntos para Veteranos como parte de un reacomodo del gabinete, y renunció pocas semanas después.