La basura y la presencia de microplásticos en los océanos es una de las peores tragedias ecológicas provocadas por el hombre, que han concentrado a emprendedores y la comunidad científica internacional para buscar una solución.
Sin embargo, hay otro problema, de la misma gravedad que también se ha transformado en un dolor de cabeza para los investigadores: el derretimiento de los hielos eternos de la Antártica.
Todo por culpa del calentamiento global que, una vez más, es nuestra responsabilidad.
Actualmente existen varios equipos de diversas instituciones internacionales trabajando para analizar los efectos que está dejando el aumento de las temperaturas en el continente helado.
Un grupo de investigadores de la Real Sociedad Meteorológica de Reino Unido y el Instituto Grantham para el Cambio Climático, alertaron que el cambio climático podría hacer que la Antártida se vuelva verde a medida que las capas de hielo se encogen y las plantas colonizan la tierra nuevamente.
La situación podría ser comparable a lo ocurrido en el periodo del Plioceno, hace tres millones de años, si es que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera no disminuyen.
Ese periodo fue la última vez que los niveles de dióxido de carbono fueron tan altos como en la actualidad.
Cabe mencionar que de acuerdo a los registros de la Organización Meteorológica Mundial, los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzaron en 2015 y por primera vez, un promedio de 400 ppm en promedio.
Contra reloj
Pese a la alerta, el profesor y codirector del Instituto Grantham, Martien Siegert, dijo al diario inglés Daily Mail, que aún existe “un retraso” para que se sientan esos efectos.
“(Si) pones tu horno en casa y lo pones a 200 ° C, la temperatura no llega a eso de inmediato”, sentenció el especialista en rueda de prensa.
Por su parte, la directora del British Antarctic Survey, profesora Dame Jane Francis, detalló que se han encontrado restos de los bosques de la Antártida, los que de acuerdo a análisis que se han realizado probablemente se remontan a la época del Plioceno.
“Si teníamos 400 ppm en el pasado, tal vez sea a donde vamos a volver”, manifestó.