RIO DE JANEIRO — Lluvias intensas a las que se atribuyen la muerte de al menos tres personas seguían cayendo en Río de Janeiro el martes, mientras las autoridades cancelaron las clases y exhortaron a la gente a evitar el tráfico no esencial.
Los torrentes bajaban por las calles, arrastraban autos y derribaban árboles tras las lluvias que comenzaron a la hora pico del lunes por la tarde. El alcalde Marcelo Crivella dijo que la ciudad enfrentaba una “crisis”.
Según funcionarios municipales, cayeron 152 milímetros de lluvia en cuatro horas el lunes por la noche, superando el promedio de todo abril. El barrio del jardín botánico, un destino turístico, fue uno de los más afectados, con 231 milímetros de lluvia en un periodo de 24 horas.
Sonaron las sirenas en 20 zonas de riesgo de inundaciones para que la gente fuera a los lugares seguros. Pero Crivella dijo que no sonaron en la favela de Babilonia, en una colina detrás del conocido Pan de Azúcar. Los bomberos dijeron que dos mujeres murieron en un alud de barro y los vecinos se quejaron sobre la falta de advertencia.
Las autoridades dijeron que una tercera persona se ahogó.