Aunque ya no tiene vínculo oficial con el gobierno de Puerto Rico, la exsecretaria de Educación, Julia Keleher mantiene injerencia en los proyectos estratégicos de la agencia que se supervisan directamente desde La Fortaleza, según fuentes de Metro.
Tan reciente como el jueves pasado, en la mansión ejecutiva hubo una reunión con el equipo del Departamento de Educación (DE) en la que participaron un grupo de consultores externos reclutados por Keleher y quienes le responden aún directamente, según las fuentes de este diario. Específicamente, se trata de Kari Hernández, la ayudante directa de Keleher, cuyo salario se paga a través de la Puerto Rico Education Foundation (PREF); Vanessa González, consultora contratada por Keleher por $158,400 y quien coordinó la reunión de diciembre pasado en La Fortaleza, en la que estuvo el hermano del gobernador; y Glenda Ponce, a quien las fuentes describen prácticamente como la secretaria personal de Keleher y hermana de Mayra Ponce, de la firma Colón & Ponce Inc. Sobre el contrato de esta firma en el DE, los federales han indagado en su pesquisa a la gestión de la exsecretaria.
PUBLICIDAD
En la reunión de la semana pasada en La Fortaleza estuvo el secretario interino, Eligio Hernández. Este había indicado en entrevista con Metro que mantendría el equipo de confianza en la secretaría.
Otro aspecto que apuntaría a que el grupo de consultores aún responde a la exsecretaria es que, según supo este medio, al menos dos contratistas del DE viajaron al evento que ella tuvo en la Universidad de Yale, aun cuando ya había renunciado a su posición y contrato. Vanessa González y Phil Vaccaro —contratista del DE a través de Ernest and Young—aparecen en el programa del evento.
Tanto Vaccaro como Kari Hernández llegaron a trabajar al DE junto a la entonces secretaria sin contrato. En el caso del primero, llegó con un equipo de ocho personas que trabajaban en la semana en Puerto Rico y viajaban a sus residencias en Estados Unidos continental durante los fines de semana. Luego Ernest & Young obtuvo contrato por $200,000 y, más adelante, uno por $3.9 millones. En el caso de Hernández, estuvo durante ocho meses trabajando en el DE, supuestamente sin cobrar. Fue finalmente contratada por la PREF y su trabajo donado al DE.
“A través de ellos (los consultores) y el propio gobernador, Julia sigue mandando en el DE”, expresó una de las fuentes de este diario. “Es inaudito todo lo que está pasando”, agregó.