Locales

Decididos a quedarse hasta que renuncie

Ya eran casi las 9:00 de la noche cuando ocurrió el único incidente violento de una jornada de protestas permanentes en los alrededores de La Fortaleza, donde grupos se unieron a expresar su rabia por los casos de corrupción en el gobierno de Ricardo Rosselló Nevares, así como por las controversias que han surgido por el chat de Telegram.

En uno de los portones de la mansión ejecutiva, en el área de La Rogativa, vehículos oficiales intentaron salir mientras  los manifestantes estaban en el lugar. El saldo fue una mujer con el brazo dislocado, un grupo de protestantes repletos de gas pimienta, y la reportera Tatiana Pérez, de WAPA, adentro de los portones donde le dijeron que la arrestarían tras confundirla con el grupo. Salió minutos después.

Cuando llegó la calma, el grupo determinó a viva voz permanecer toda la noche, reconociendo, a su vez, que mientras Rosselló Nevares no renuncie, las protestas serán una “carrera larga”, como reconoció el actor René Monclova, quien se unió a las protestas más temprano.

Antes del incidente, reinó una tensa calma en la que tanto la Policía como los manifestantes anunciaban que su intención no era provocar una confrontación.

“Yo sé que están bajo presión”, les repetía Raquel González, una madre que se unió a la protesta  haciendo énfasis en que se trataba de un momento crucial para que los agentes se ubicaran “del lado correcto de la historia”.

Simultáneamente, la policía tomó en custodia a Alberto de Jesús, mejor conocido como Tito Kayak, luego de que se desplazara por los tejados de la viviendas del Viejo San Juan. Al cierre de esta edición lo mantenían detenido.

Pero las protestas comenzaron temprano, coincidiendo con una convocatoria del Capítulo de Jubilados de la Federación de Maestros. También estuvieron sindicatos, organizaciones universitarias, Construyamos Otro Acuerdo e individuos que no dudaron en tomar megáfonos para declarar su indignación.

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