Mientras se incrementaba la violencia entre algunos manifestantes y la policía ayer en horas de la noche, el gobernador Ricardo Rosselló envió un comunicado diciendo que respetaba todas las expresiones públicas.
“Las manifestaciones que han surgido esta noche son una expresión que respeto y tengo muy en cuenta”, dijo en su escueta comunicación.
“Desafortunadamente, a pesar del llamado responsable de manifestación pacífica de muchos de los participantes, otros tantos eligieron dañar propiedad y agredir a funcionarios que buscaban preservar el orden público en defensa de la seguridad y derechos de todos”, agregó.
Sostuvo también que reconoce a los oficiales de la Policía.
“Vaya mi reconocimiento a todos los que hicieron escuchar sus reclamos, así como a los oficiales del Negociado de la Policía de Puerto Rico que una vez más estuvieron en el frente de esta triste situación. Dirijo mi llamado a quienes han mostrado su encono de manera violenta para que comprendan que hay muchas otras formas de hacerse escuchar y que, como gobernador, tengo el compromiso de así hacerlo”, concluyó.
Por su parte, el subsecretario de la Gobernación, Erick Rolón, aseguró que los manifestantes “no representan a la mayoría de los puertorriqueños”.
Durante una conferencia de prensa atropellada, y acompañado por el comisionado de la Policía, Henry Escalera, indicó que los participantes de la manifestación lanzaron objetos a los agentes, incluidos gases lacrimógenos, piedras y adoquines. Aunque no precisó dónde están detenidos, Rolón confirmó que se realizaron tres arrestos.
“Hasta donde yo sé la violencia no es mecanismo válido”, comentó Rolón.
El funcionario negó que la escolta de Rosselló hubiese empujado periodistas en horas de la mañana, como se vio en algunos videos difundidos, y defendió la presencia del mandatario en una emisora radial de música, aunque no ha ofrecido rueda de prensa desde el jueves.
Tras varios minutos, la conferencia finalizó de manera abrupta debido a un fuego en la calle Fortaleza, que fue extinguido de inmediato.