Más de 100 personas protestaron el sábado bajo un calor abrasador afuera de una base del Ejército en Oklahoma contra los planes del gobierno del presidente Donald Trump de mantener detenidos a menores inmigrantes en esa instalación.
Estadounidenses de ascendencia japonesa e indígenas norteamericanos se sumaron a la marcha, cuyos participantes se congregaron frente a un acceso a Fort Sill y bloquearon brevemente una calle de la ciudad. Los inconformes corearon “cierren los campamentos” y portaron carteles que decían “Los derechos humanos importan”, “El amor vence al odio” y “Libertad y justicia para todos”.
El 22 de junio hubo una movilización similar frente a Fort Sill, sitio que el gobierno federal utilizó para albergar a centenares de japoneses y estadounidenses de ascendencia japonesa durante la Segunda Guerra Mundial y a prisioneros apaches durante el conflicto de 1894 a 1910.
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés) anuncio planes para retener temporalmente hasta 1.400 niños inmigrantes en la base cercana a Lawton, ubicada a unos 130 kilómetros (80 millas) al suroeste de Oklahoma City.
Fort Sill también fue utilizado para albergar a menores inmigrantes en 2014 durante el gobierno del presidente Barack Obama.
Aunque una calle fue cerrada brevemente, una portavoz de Fort Sill, Monica Guthrie, dijo que las actividades en la base no sufrieron alteraciones.
“Nuestra misión sigue funcionando con normalidad, en el horario normal. Es sábado, eso ayuda”, destacó Guthrie. “En el fin de semana, el ritmo de las operaciones baja drásticamente”.
Guthrie pidió a los reporteros que las preguntas sobre el cierre de la calle las hagan a la policía de Lawton, que de momento no respondió a una llamada telefónica para que hiciera declaraciones sobre el particular.
También pidió que las preguntas sobre los menores migrantes se hagan a la ORR, del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que tampoco respondió a una llamada telefónica ni a un mensaje por correo electrónico.