Lo que parecía que nunca iba a suceder luego de que hace 12 días estallaran las mayores protestas que se habían registrado en Puerto Rico, el gobernador Ricardo Rosselló se convirtió en el primer mandtario en renunciar al cargo en medio de un gran escádalo por sus conversaciones en un chat de Telegram y las acusaciones federales de corrupción a miembros de su gabinete.
“Les anuncio que estaré renunciando el viernes 2 de agosto de 2019 a las 5:00 de la tarde. Estos días estaré atendiendo anuncios pendientes que garanticen una transición ordenada”, declaró en un mensaje grabado que se extendió por unos 14 minutos.
Con un repaso de su gestión en los pasados dos años y medio y congratulándose de haber firmado leyes y adelantar iniciativas para comunidades vulnerables de las que él, sus asesores y funcionarios cercanos se burlaron en el chat, el gobernador hizo el anuncio al filo de la medianoche.
“No hubo despidos. Mejor aún, aumentamos el salario de maestros y policías aun en medio de la quiebra”, expresó con voz entrecortada y rostro sombrío.
También hizo un repaso de las diferencias que tuvo con la Junta de Control Fiscal, como la reforma de pensiones.
Indicó que será la actual secretaria de Justicia Wanda Vázquez quien asuma la gobernación a partir del 2 de agosto. No obstante, la funcionaria dijo en comunicado de prensa que “de ser necesario, asumiré la encomienda histórica que nos impone la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y las leyes aplicables”.
Una jornada muy confusa
El anuncio surgió después de un largo día de enredos y confusión, de espera, de ciudadanos llevando flores a los muertos frente al Palacio de Santa Catalina, de intentos fracasados para obtener información y, entre otras cosas, de perreo como protesta.
Ya cerca de las 4:00 de la tarde llegó un puñado de jefes de agencia a La Fortaleza. Entre ellos estuvo el director de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), José Ortiz, quien, como los demás, no se detuvo a atender a la prensa.
Ortiz salió en menos de 10 minutos por la Caleta de las Monjas, lo que confirmó el rumor de que la reunión se había cancelado.
En un momento, dijeron a los medios que alguien ofrecería declaraciones, sin detalles. No comentaron quién sería, ni el tema. Absolutamente nada.
Se esperaba que fuera a las 5:00 de la tarde. Pero nada sucedió, excepto la alta expectativa de la prensa y de los ciudadanos que ya observaban las transmisiones en vivo.
Ya habían pasado dos horas cuando se increpó a oficiales de prensa de Fortaleza, quienes alegaron que no tenían idea sobre quién hablaría. Así fue hasta las 6:30.
“Hoy, el señor gobernador se estará dirigiendo al país en un mensaje”, dijo el secretario de Asuntos Públicos Anthony Maceira en su brevísima aparición de alrededor de dos minutos. Además, estuvo rodeado de escoltas en un espacio controlado al que solo tenía acceso la prensa.
Un ratito después, la primera dama, Beatriz Rosselló, se asomó sonriente por el túnel de Santa Catalina para que sus perritas, Reina y Mimi, salieran a hacer sus necesidades. No dijo palabra alguna y volvió adentro tan pronto alertaron a la prensa. Una manera de confirmar que seguía allí.
Mientras tanto, aumentaba la presencia policiaca en el área, lo que preocupó a activistas y tuiteros que hicieron un llamado a los manifestantes a salir del Viejo San Juan en ánimos de evadir cualquier tragedia. Las calles Fortaleza y la calle del Cristo estaban repletas.
“Nuestra policía está allí para salvaguardar tanto la propiedad como la vida”, dijo, en contraste, el secretario de Seguridad Pública, Elmer Román.